Edith González
Hemos entrado a la “nueva normalidad”
La gente circula por las calles, en los comercios mercados y centros comerciales, va al médico y al salón de belleza. Los más responsables utilizan su cubrebocas, aplican gel en sus manos y tratan de distanciarse, o no ingresar a lugares muy concurridos.
Nuestros hábitos de vida diaria cambiaron. El temor inicial a contraer el virus Covid 19 y los toques de queda nos dieron una nueva forma de vida que para muchos vino para quedarse.
Los supermercados, ventas de electrodomésticos, restaurantes, iniciaron su despacho a domicilio. Los nuevos emprendedores despachan a domicilio verdura, quesos, embutidos, dulces, comida preparada y casi cualquier cosa que podamos necesitar.
A este cambio de hábitos sumamos los estudios. Los que inicialmente se convirtieron en un dolor de cabeza, por falta de conocimiento y experiencia, pero ahora hay muchos jóvenes que no desean regresar a las aulas.
Aprendimos a utilizar las plataformas y muchos nos encontramos en la disyuntiva de elegir la que más interés nos brinde porque ahora las empresas y las instituciones las utilizan para brindar información, dar conferencias, impartir cursos y más.
Podemos llamar y tener una consulta médica en casa. Y hasta una consulta psicológica. La que en estos tiempos se hace tan importante y necesaria para muchas personas que han caído en depresión, sufren de stress y ansiedad.
Claro que “no todo es miel sobre hojuelas” hemos tenido que aprender a utilizarlas, aprender a comportarnos y hasta aprender a reaccionar. Pues esta modalidad de comunicación también tiene sus obstáculos como interrupciones de pitidos de teléfonos inteligentes y correos electrónicos, el niño que llega a hablarnos o el perro que ladra o distracciones como perderse en la imagen de la pantalla, tentaciones de tomarse la selfie y qué decir de las cámaras incorporadas con revelaciones personales no deseadas.
A esto sumamos problemas técnicos, incluidas dificultades de transmisión que nos dejan fuera de las charlas o nos impiden ingresar. Y en algunos casos el buscar la confidencialidad ha llevado a las personas a buscar sitios como el closet o bajo las gradas para evitar ser interrumpidos
Los especialistas ofrecen numerosas sugerencias para contrarrestar diversas dificultades” incluida una mayor distancia del teclado para reducir las distracciones tentadoras, estiramientos y caminatas breves entre sesiones, ubicación de la cámara para optimizar el tamaño y el fondo del rostro, la actualización de los sistemas inalámbricos y la consulta frecuente con los estudiantes y colaboradores sobre qué tan emocionalmente conectados se sienten “
Claro este sistema no es perfecto, porque existen muchas personas que carecen de acceso a Internet de alta velocidad. Pero son situaciones que los sistemas van enfrentando y solucionando, por ejemplo el ministerio de Educación creo las guías de estudio, que los padres pueden recoger en las escuelas o los docentes llevan a las viviendas de los niños y muchos de ellos, además de enseñarles a utilizarlas mantienen contacto permanente para darle seguimiento a las tareas.