Víctor Ferrigno F.
Hoy por la tarde, durante un foro virtual, se hará el lanzamiento del Plan Nacional de Contingencia contra la Pandemia y el Hambre (PNCPH), el cual será replicado por más de 16 radioemisoras, enlazadas a FGER. El objetivo del Plan es “Impulsar una estrategia de incidencia socio-política para promover políticas públicas, programas y planes gubernamentales, e impulsar acciones sociales efectivas, para contener la pandemia y reducir el hambre”.
El Plan será implementado, siguiendo tres estrategias: primera, presentar y difundir a la nación las propuestas y demandas ciudadanas para contener la pandemia y el hambre, con la participación de la sociedad, las Municipalidades y el Estado, con el concurso de la Cooperación Internacional.
Segunda estrategia: fiscalización social de los programas de gobierno, para: a) ajustarlos a las necesidades comunitarias y darles pertinencia cultural, de género y etaria; b) establecer mecanismos de participación social; c) Enfrentar y denunciar la corrupción; y d) reducir burocracia y lograr eficiencia.
Tercera estrategia: definir y ejecutar concertadamente acciones sociales, para contener la pandemia y el hambre en las comunidades, municipios y regiones.
Sostiene el Plan que “Ante el desalentador panorama descrito, y considerando que las acciones de Gobierno para enfrentar la actual pandemia COVID-19 no ha sido eficaces, y han dejado muchas dudas en la ciudadanía referente a la veracidad de las estadísticas, inversiones y gastos, las y los ciudadanos, proponemos impulsar un proceso de concertación nacional para enfrentar la crisis, comenzando con la formulación e impulso de un Plan Nacional de Contingencia contra la Pandemia y el Hambre”.
El Plan plantea demandas de corto y mediano plazo, para garantizar el derecho humano a la salud y a la alimentación. Las demandas inmediatas en materia de salud son cinco, que incluyen diseñar e impulsar la reforma y democratización al Sector Salud, e incrementar al presupuesto del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social a un 8% del PIB.
En relación con el derecho humano a la alimentación, el Plan presenta ocho demandas inmediatas, incluyendo que el Estado debe cumplir con su obligación de proteger, respetar y facilitar el acceso de la población a una alimentación adecuada, sin transgénicos ni agrotóxicos; aumentar las asignaciones presupuestarias a los Ministerios que corresponda, para atender, mediante Planes Nacionales de Emergencia, los altos índices de hambre y desnutrición de las comunidades más vulnerables, garantizando el derecho humano al agua y al saneamiento; y fortalecer la economía familiar campesina, garantizando el acceso a tierra y a crédito en condiciones favorables, para la producción de alimentos, priorizando a las mujeres.
Todo lo anterior, “en la perspectiva de alcanzar la unidad de acción de todas las fuerzas sociales del país, pues la historia patria nos ha enseñado que las grandes transformaciones sociales son resultado de la toma de consciencia, la organización y la participación activa de la sociedad por sus derechos”.
El Plan Nacional de Contingencia contra la Pandemia y el Hambre es impulsado por organizaciones campesinas, indígenas, sindicales, estudiantiles, de mujeres, etc. y constituye un buen punto de partida para que la ciudadanía salga de su marasmo y abrace un plan de acción, para enfrentar el Covid-19 y el hambre. Está por verse si la voluntad de concertación del Presidente es real, y se abre a un entendimiento con la ciudadanía. El tiempo se agota, y la Nación reclama el concurso de todos y todas.