Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

En los círculos de Consuelo Porras siempre han usado que “están bien” porque tienen el apoyo de los Estados Unidos. “Nunca nos han criticado en público” expresan y han creído que el poder decir una cosa pero hacer otra les iba a durar para siempre aunque nunca hay glorias eternas.

Es cierto, al día de hoy no hay mensajes públicos que refuten lo que dice el círculo que le quema incienso a quien dice ser una mujer de fe, pero cuando uno sabe leer entre líneas se puede empezar a dar cuenta que los ademanes del entorno de Porras y sus asesores en contra de la Corte de Constitucionalidad (CC) y de la Fiscalía Contra la Impunidad (FECI) empiezan a generar gran Desconsuelo en muchos sectores del poder en Estados Unidos.

Estados Unidos decidió no dar la milla extra por la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y dejaron que Jimmy Morales y su gente maniobrara para quitarla, pero a cambio, se dieron a la tarea de intentar fortalecer a la CC y a la FECI de diversas maneras.

A los americanos les preocupa el tema de la droga y la corrupción. En el primer caso, cuentan con la colaboración de casi todas las instituciones, aunque hay situaciones en las que algunos logran oponer resistencia aliándose con grupos criminales. Esa gente, aunque no se haga público, ya sufre embates desde el Norte.

En el segundo caso, han sido la CC y la FECI los brazos en los que han descansado quienes desde Washington consideran que la aplicación de la justicia y la búsqueda de la verdad es una parte del camino por medio del cual se puede intentar erradicar tanta corrupción que nos afecta.

Hay que recordar que en la era de Donald Trump, dos guatemaltecos han sido nominados por sus actos y cuyas constantes apariciones en los casos de la FECI no les han ayudado. Alejandro Sinibaldi y Gustavo Alejos fueron nominados por el Departamento de Estado.

Esos casos no han sido llevados por las Fiscalías de Delitos Administrativos, ni la de Corrupción, ni la de Delitos Electorales, ni la Transnacional, las favoritas de Consuelo Porras y su grupo de asesores porque han podido incidir de manera más directa en los fiscales a cargo de las mismas.

Y por eso fue evidente el mensaje que mandó Estados Unidos cuando no incluyó en su reunión virtual a los jefes de esas fiscalías en las que sí aparecieron los fiscales contra el narcotráfico y la impunidad.

Lo que está ocurriendo ahora escapa del ojo público. Los mortales solo vemos tuits pero los que saben cómo funciona la cosa, sabemos qué en esas reuniones se mandan mensajes fuertes y claros y sin duda alguna doña Consuelo ya sabe que puede quedarse sin el apoyo de los americanos si sigue en pleno ataque contra la CC y la FECI o, peor aún, si desmantela la fiscalía.

En países como Guatemala lo que diga, opine o deje de hacer Estados Unidos sigue siendo importante. Algún día quedará en plena evidencia el rol que jugó Jimmy Morales y sus esbirros, poniéndose de alfombra de Trump por el tema del tercer país seguro. Primero usaron el argumento que Morales era un perseguido de la izquierda y luego, encontraron en la sumisión su mejor manera de olvidar la gallina en loroco que el Presidente de turno se comió con un sindicado de narcotráfico.

Doña Consuelo inició un caso contra Thelma Aldana, caso que se lleva en la famosa Fiscalía de Delitos Administrativos y eso no impidió que a la ex fiscal le dieran asilo en el país del norte, lo que a mi forma de ver mandó un mensaje muy claro.

Doña Consuelo ahora no piensa en qué será de su vida luego de la fiscalía, porque según ella la van a reelegir y por eso está quemando naves pero se le olvida que siempre hay gente más mañosa y más fiel a los que desean regresar al pasado.

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