Danilo Santos

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Politólogo a contrapelo, aprendiz de las letras, la ternura y lo imposible. Barrioporteño dedicado desde hace 31 años a las causas indígenas, campesinas, populares y de defensa de los derechos humanos. Decidido constructor de otra Guatemala posible.

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Danilo Santos

Desde la campaña política hasta la administración y el propio ejercicio de gobernar, los políticos guatemaltecos han encontrado que la falsedad es la fórmula para ganar y conducir un país a su sabor y antojo. Administrar si bien muchas veces significa abrir frentes de batalla sumamente duros y adversos, es un valladar insoslayable en la administración pública; comunicar encierra la complicación de la verdad y cómo esta afecta los planes, alianzas y contingencias. Y por otro lado gobernar, pues pasa por un cribado que debe dar como resultado beneficios para las mayorías y esa práctica está en desuso por estos lares desde la fundación de la República.

El 2020 no ha terminado y nos ha dado la posibilidad de repensar las formas en que se ejecuta y estudia la política y la economía a nivel planetario, quedar bien con todos los sectores es por demás imposible, pero pensar más allá de lo que el capital dicta como éxito para la humanidad, es un imperativo que no podemos dejar pasar.

Ahora en casi cualquier círculo y élite se habla de la “nueva normalidad”; no hay tal nueva normalidad, hay desnudez de los desmanes de lo que se ha inculcado a la población como normalidad. Resulta que la nueva normalidad dicta que ahora todo será más caro: ¿y los que no tenían para pagar normalmente, ahora qué, serán anormalmente pobre y desadaptados? ¿Y los que no podían cuidar de su salud y la de sus familias, ahora qué, serán lastre social? Repito, es hora de repensar economía y política, seguir la inercia que impone que el “pez grande se come al chico” más parece una purga planetaria. Esta pandemia no ha pasado y mientras dure seguirá desvelando las inequidades de siglos de gobiernos criollos, de derecha y ultraconservadores que ahora se sirven de la fe de la población para seguir con su dominio sobre los centavos y las ideas.

Administrar, comunicar y gobernar, ciertamente es una tarea que no necesariamente es de “alfombra roja y caravanas” si se hace con dignidad, pero alguna vez habrá que dar rumbo a este país que sigue siendo una finca donde da igual si el pobrerío se mata o se muere, para eso hay tantos… Basta ya, y lo digo no por la izquierda que cae en las trampas y marañas de la derecha corrupta, pero basta ya, es hora de otras ideas, es hora de pensar realmente en beneficio del colectivo y no solo de unos cuantos merolicos que se creen burgueses, de unos cuantos iluminados que creen estar eternamente del lado izquierdo a la hora de discutir “el veto real”.

Pueblo de Guatemala, en este país ha gobernado la derecha siempre, y vean a su alrededor, no importa si son militares, obreros, campesinos, intelectuales; ¿Qué ven? Y no se trata de hacer campaña a favor de nadie en este momento, se trata de considerar el cambio de nuestro marco cultural de derecha que nada bueno nos ha traído en cuanto a educación, salud, desarrollo y un largo etcétera.

Administrar, comunicar y gobernar puede ser de otra forma.

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