Lic. Luis Fernando Bermejo Quiñónez
@BermejoGt
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El Doctor Eduardo Mayora tituló su columna de opinión en Prensa Libre de fecha 6 de diciembre del 2018 “Imaginemos”. En dicha columna el citado Doctor proponía un modelo novedoso para abordar la situación calamitosa de la red vial del país. En síntesis, nos invitaba a “imaginar” que el Congreso emitiera una ley para crear una sociedad anónima, Conauto, cuyas acciones estuvieran respaldadas por el valor de concesiones de proyectos viales de reparación, construcción y/o mantenimiento de las principales carreteras del país (existentes y nuevas), así como la administración de las acciones de Fegua, S.A. para revitalizar la infraestructura ferroviaria.
En su modelo, el Doctor Mayora llamaba a que se emitieran acciones sobre dicha sociedad y que se entregarán entre los contribuyentes del impuesto sobre la renta acorde a su contribución anual en los últimos tres años. Asimismo, por mandato legal las acciones de Conauto deberían cotizar en bolsa. Dicha entidad, exponía, estaría autorizada para endeudarse con garantía de los flujos futuros de los peajes sobre las carreteras que sí lo generan (se construirían alternas sin pago) y todo estaría fiscalizado por la Contraloría General de Cuentas y por empresas de auditoría privada.
Yo quisiera proponer otro modelo, incluso complementario. Es conocido que muchos países han constituido “fondos soberanos de inversión” por el cual entidades mercantiles de propósito especial, invierten en activos financieros (mayormente) provenientes de las ganancias de la exportación de productos como petróleo, gas o de fondos de pensiones de los gobiernos, o sus reservas internacionales. Quizá el ejemplo más atinente para Guatemala porque no produce hidrocarburos es Temasek Holdings y la Corporación de Inversiones del Gobierno de Singapur (GIC). La GIC maneja las reservas internacionales del país y Temasek inició como una empresa que el Ministerio de Finanzas creó para administrar en los 1970´s diversos activos relacionados con puertos, astilleros y otras empresas estatales vinculadas a infraestructuras. GIC maneja ahora mismo $ 453.20 millardos y Temasek otros $ 375.38 millardos y son de los inversionistas soberanos más grandes que existen. Temasek tiene rating AAA de Standard & Poor´s. Singapur hace 60 años era relativamente pobre aunque tuviera importancia estratégica en el comercio global y supo aprovechar las oportunidades. Guatemala puede hacerlo ahora.
¿Cómo funcionaría este esquema? Propondría que se cree una sociedad anónima de propósito especial (SPE1, el “fondo”) a la cual se le dé la facultad de crear a su vez otras sociedades de propósito especial (SPE2, 3, etc) que a su vez diseñarían y sacarían a licitación, o bien invertirían, en proyectos de carreteras de peaje, infraestructura aeroportuaria, portuaria, infraestructura sanitaria (Lago de Atitlán), hidroeléctricas o inyectaría capital a proyectos de inversión nacional (e.g. un corredor interoceánico, cuyo proyecto ya existe). En SPE1 se mandaría que el 50%+1 de las acciones estuvieran en control del Estado de Guatemala, un 20% se entregarían a todo ciudadano y otro 30% se cotizarían en bolsa. SPE1 controlaría todas las SPE´s inferiores y se permitiría que en cierto porcentaje a su vez se puedan emitir y comerciar en bolsa las acciones sobre las mismas o emitir deuda en mercados de capital. El gobierno corporativo de SPE1 estaría representado por miembros designados por el Ejecutivo pero principalmente y en mayoría calificada por personas expertas en finanzas internacionales, con aspectos de acreditación rigurosos para asegurar la profesionalidad y evitar conflictos de interés. SPE1 y las demás SPE´s tendrían la facultad de expropiar activos que sean necesarios y deberá cumplir con estándares internacionales de licitación y transparencia de primer nivel. La auditoría sería independiente y cumulativamente a la que la Contraloría realice. Existiría un mandato de total transparencia de sus operaciones. Se dictarían normas para abordar aspectos de “seguridad nacional”.
¿Qué se lograría con esto? En primer lugar, se haría “socio” al pueblo del desarrollo del país evitando la conflictividad al volverlo partícipe del desarrollo y creando una clase media y un “mercado de capitales” ahora inexistente. En segundo lugar, crearía los mecanismos de mercado para hacer nuestro “Plan Marshall” en Guatemala impulsado por los mercados de capital haciendo del país un centro logístico mundial como lo hizo Singapur, más ahora que mucha industria migrará de China. En tercer lugar, los recursos fiscales añadidos de la participación del Estado en SPE1 se invertirían en mayor gasto social, urgente en Guatemala. ¡Imaginemos!