Factor Méndez

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Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.

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Factor Méndez Doninelli

“Guardaré silencio para escucharte, pero no hablés para callarme”
Humberto Ak´ab´al

En Guatemala autoridades indígenas de los pueblos Mayas y organizaciones de sociedad civil, declararon non grato al presidente Alejandro Giammattei, un político derechista que tiene solo seis meses de haber asumido el cargo y a quien acusan de “agravio, racista, discriminación, abuso de autoridad, prepotencia y odio característica de un dictador.”

Esta reacción de los pueblos Mayas y de organizaciones sociales guatemaltecas, se generó después que Giammattei visitó el municipio de San Juan Comalapa, departamento de Chimaltenango territorio de la etnia K´akchikel, donde fue recibido por las autoridades comunitarias quienes conforme el programa preparado, escucharon el planteamiento del gobernante y enseguida, una autoridad principal hizo uso de la palabra para exponer el punto de vista de la comunidad con respecto a los efectos de la emergencia sanitaria derivada de la pandemia del covid-19, a los programas sociales aprobados por el Gobierno y a problemas que provocan los mega proyectos de exploración y explotación minera y del monocultivo de palma africana.

Esos reclamos molestaron a Giammattei, quien estalló en cólera y con autoritarismo, prepotencia, abuso de autoridad y racismo exacerbado interrumpió la exposición del representante comunitario, increpando que sus reclamos eran “inconsistentes”. Fue tal su arrebato y pérdida de control, que el canal de televisión del Gobierno que transmitía el acto en vivo interrumpió la transmisión y borró la cinta, sin embargo, las imágenes del incidente fueron subidas a las redes sociales lo que permitió que las vieran millones de personas, esto contribuyó a extender la indignación y repudio hacia el gobernante.

La conducta de Giammattei como primer servidor público de la Nación no sorprende, ya que es un ladino conservador neo feudal, lacayuno de las élites, compinche de los corruptos y de quienes buscan impunidad para seguir evadiendo la justicia. En Comalapa se retrató como racista e intolerante, como prepotente y abusivo, como capataz y siervo fiel de la oligarquía, del capital transnacional y de grupos del crimen organizado. Sobre todo como un individuo irrespetuoso, violador de derechos humanos y libertades fundamentales de las personas.

Los pueblos tienen dignidad, Comalapa es paradigma. A Giammattei se le olvida que como presidente del país, es representante de la unidad nacional que en tal sentido, le corresponde promover con el ejemplo la unidad social, pero sus actos deslegitiman esa aspiración, descalifican su retórica política y descubren su mentira cuando en reiteradas oportunidades ha propuesto la frase…”¿Y si nos unimos?

¡Cuánta desfachatez la suya, señor Giammattei! ¿Sobre qué bases propone la unidad? ¿Alrededor de qué, para qué, con quiénes, con qué interés? La unidad empieza por reconocer a la otredad, por respetar la dignidad de todas las personas, por admitir la existencia de una sociedad multiétnica, pluricultural y multilingüe, por observar y dar vigencia a los derechos humanos, por respetar el Estado de derecho, por promover el bien común.

En su caso, sus actos, acciones y decisiones desde el ejercicio del poder público debieran ser coherentes con la composición social diversa que caracteriza a la sociedad guatemalteca. Esto es reconocer y respetar la diversidad en condiciones de igualdad y equidad.

Esto exige pensar y actuar como estadística, con visión de país y aspiraciones objetivas para impulsar el desarrollo social, económico y cultural de todos los pueblos. Pero usted, carece de estas condiciones.

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