Cartas del Lector

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Walter Juárez Estrada

Hasta hoy no se conoce que se haya accionado por la vía civil y penal contra las personas que aprovechándose de la crisis de la pandemia que ya cobro miles de vidas en nuestro país y muchos se debaten entre la vida y la muerte para sobrevivir, personas inescrupulosas e inhumanas se han dado a la tarea de hacer negocios ilícitos vendiendo alcohol en gel adulterado que puede provocar males mayores e irreversibles.

Esta denuncia no puede quedarse solo en blanco y negro. La Dirección de Atención al Consumidor (DIACO), informó que ha recibido miles de denuncias de artículos que supuestamente acatan Covid-19, pero puede ser dañino para la salud porque esta adulterado y no tiene la etiqueta de aprobación de las autoridades sanitarias que por ley son las obligadas a ejercer un control sobre la venta y uso de ese producto por lo que es aconsejable que las personas que han sido objeto de esta mala compra formalicen las acusaciones respectivas.

A raíz de la crisis del coronavirus la venta de mascarillas y productos supuestamente medicinales, se venden en la vía pública, pero no tienen un control sanitario lo que puede causar efectos nocivos para la salud, por lo que es urgente que esa comercialización en la República se haga mediante un control sanitario, por los efectos contra la salud que puede provocar un producto que no está garantizado, como ha quedo dicho.

Los productos de uso clínico son vigilados y analizados por el departamento de Regulación y Control de Productos Farmacéuticos y Afines del Ministerio salubrista, En lo que corresponde a la DIACO, su trabajo es que los productos se vendan al precio oficial, pero no tiene la capacidad para hacer el análisis sobre su efectividad y eso por supuesto compete al Ministerio respectivo, pero la entidad reguladora, debe trasladar las denuncias al Ministerio Público y abrir un expediente y dar con los adulteradores que se están aprovechando del dolor ajeno en plena crisis para agenciarse fondos, a costa de la ingenuidad de miles de personas agobiadas por el alza de la pandemia.

Si bien es cierto que las personas que se dedican a esas ventas son de la economía informal que también pasa por una crisis económica nunca vista en la historia del país en los últimos años, también no deben aprovecharse del dolor ajeno para estafar y engañar vendiendo productos adulterados como ya se refirió, pueden ser dañinos y causar más pánico en estos momentos aciagos que el mundo está pasando con millones de muertes por el coronavirus que sigue extendiéndose y causando una crisis única vista en el mundo.

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