Oscar Clemente Marroquín

ocmarroq@lahora.gt

28 de diciembre de 1949. Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Periodista y columnista de opinión con más de cincuenta años de ejercicio habiéndome iniciado en La Hora Dominical. Enemigo por herencia de toda forma de dictadura y ahora comprometido para luchar contra la dictadura de la corrupción que empobrece y lastima a los guatemaltecos más necesitados, con el deseo de heredar un país distinto a mis 15 nietos.

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Oscar Clemente Marroquín
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Empezamos este año con la planificación de cómo celebraríamos este día, el del Centenario de la primera publicación de La Hora y arrancamos, como se había previsto, el 11 de marzo, hace exactamente cien días, rememorando la famosa y multitudinaria manifestación convocada en 1920 por el Movimiento Unionista para expresar el repudio a la dictadura de Estrada Cabrera y que fue el arranque de los acontecimientos que se extendieron hasta la Semana Trágica, en abril, cuando se produjo el cerco a la residencia del tirano hasta lograr su captura. Con el doctor Alfonso Mata Estrada, quien realizó un fantástico trabajo de investigación sobre la historia de La Hora, se calendarizaron siguientes publicaciones que irían siendo como antecedentes de la conmemoración en este día, pero el 13 de marzo se produjo aquello de la llamada al presidente Giammattei en la que le comunicaron que Guatemala tenía el primer caso positivo de COVID-19.

Y todo cambió abruptamente porque debimos tomar las medidas de precaución con nuestro personal, enviando a casa a los más vulnerables y haciendo turnos para mantener distanciamientos, además del teletrabajo, y el tema de la pandemia se volvió el día a día y con Alfonso y los otros que veníamos preparando la celebración, nos vimos obligados a suspender las actividades, centrándonos en preparar un suplemento para contar sucintamente la historia de estos cien años, dejando para adelante el libro trabajado por este gran médico y dilecto amigo.

Han sido cien años tan accidentados como la vida de este país, llenos de vicisitudes pero también de logros y satisfacciones que nos permiten sentir hoy satisfacción pensando en mi abuelo y mi padre que, sin duda, se sentirán orgullosos de ver lo que hemos hecho. Cuando con María Mercedes, mi esposa, nos hicimos cargo tanto de la edición como de la administración de la empresa soñábamos con mantenerla y cumplir la misión de La Hora. Pero lo que ha ocurrido desde entonces, sobre todo en términos de incremento de nuestro público y el avance en las nuevas tecnologías de comunicación, no lo habíamos llegado a visualizar. Ha sido un intenso trabajo de equipo en el que la cuarta generación ha tenido un papel fundamental. De nuestros hijos, Oscar Clemente y María Mercedes se han dedicado fundamentalmente a sus profesiones de médico y abogado respectivamente. Han trabajado con nosotros José Carlos, quien se retiró hace algún tiempo para una aventura política que casi le cuesta la vida y le significó el exilio, María Gabriela que comparte su oficio de odontología pediátrica con la ayuda que nos brinda, Juan Fernando, administrador con maestría de INCAE, quien se incorporó al equipo en los últimos años, y Pedro Pablo, abogado que sin desatender su bufete multiplica el tiempo para dirigir La Hora y promover su expansión. Todo ello posible gracias a un equipo humano increíble, dedicado, comprometido con los valores que nos inspiran y dispuestos al sacrificio.

Hoy publicamos ese suplemento con algunos detalles de estos cien años que, de verdad, nos llenan de orgullo. Y viene una nueva etapa de la que esperamos mucho porque el país vive momentos cruciales y nuestro aporte será para cambiarlo a fin de que más gente tenga oportunidades. Gracias a los lectores y amigos que han hecho esto posible.

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