Gladys Monterroso
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“Quien aspire a la justicia, debe saber que la única justicia de verdad efectiva es la que no representa una venganza” William Ospina
Desde antes de Cristo, en la antigua Roma ya se identificaban a las brujas o brujos, como seres inaceptables y se les condenaba a muerte, pero ¿Qué es la brujería? Dependiendo de la historia de la humanidad a la que nos referimos, ha tenido más importancia o no, siempre defenestrada, como todo lo que no se entiende o se escapa a la “normalidad”, cuando ésta en realidad no existe, porque lo que puede serlo para unos, para otros no lo es.
Historias de brujos y brujas, hemos escuchado por lo tiempos, siempre identificando lo que no se entiende o no se conoce como fuera de lo normal o como brujería, todos recordamos como en la época de la Inquisición se acusó de brujería, no solamente lo que no se entendía, también a los enemigos, o a las dueños de riqueza para apropiarse de sus bienes, en resumen, la palabra bruja ha tenido las diferentes connotaciones derivado de ignorancia, sumado a intereses, pobreza y venganza.
Viene a colación lo anterior, por la barbarie recién vivida en nuestro país en plena pandemia, mientras en EEUU y Europa, se realizan manifestaciones para salvaguardar los DDHH de los discriminados por pertenecer a razas llamadas minoritarias, en nuestro país se convierte una población en jurado popular y acusa, juzga, sentencia condena y ejecuta en San Luis, Petén a un Guía Espiritual Maya, acusado de brujería, según informaciones periodísticas, un hombre que falleció en un hospital de la comunidad de Chimay, dijo antes de morir que Domingo Choc lo había embrujado.
El problema más grave no es la acusación, lo que provoca indignación por decir lo menos, estriba en que la población de la comunidad, siendo Don Domingo Choc Che un científico reconocido mundialmente, que incluso trabajaba con varias instituciones en documentar y proteger el conocimiento medicinal Q’eqchi’, para dejar constancia a la humanidad entera, del gran valor de la sabiduría Maya, sin embargo no pudo continuar con su labor, porque una masa sin raciocinio ni comprensión decidió quitarle la vida, como lo han hecho con muchos seres humanos que han sido asesinados porque alguien dice que hizo o dijo algo.
Mientras el mundo se conmueve porque las “fuerzas del orden” en un acto de abuso de autoridad, asesinaron a George Floyd, en nuestro país, las fuerzas del orden se vieron desbordadas por la multitud delirante, que sin inmutarse linchó y quemó a un experto en medicina natural, sin otra justificación que la venganza que no justicia, porque aunque tienden a confundirse en el imaginario popular, son totalmente diferentes, la venganza, es un castigo para causar un dolor, la justicia es un “Principio moral que lleva a dar a cada uno lo que le corresponde o pertenece.”
No cabe duda, que el ser es cada día más inhumano, y que el razonamiento lógico cada día se aleja más de él, porque nadie tiene derecho de quitarle la vida a otro semejante, pero menos envilecerse de tal forma, que sin mayor explicación arranquen la vida de alguien, que en una comunidad relativamente pequeña, en la que todos se conocen y que además esta persona sea reconocida dentro y fuera de la comunidad por sus conocimientos y prodigarse.
¿Es acaso que la envidia, el egoísmo y la ira son superiores a otro sentimiento, que nos haga un poco humanos? Pareciera ser que en muchas comunidades esa es una constante. Esas prácticas no deben continuar en ninguna comunidad de Guatemala, ni en el mundo entero, sin importar de quien se trate y lo que haga o no en la vida, nos guste o no.
A lo largo de la historia de la humanidad, las injusticias en nombre de la misma Justica se han repetido constantemente, sin que hayamos podido evitarlo, por acción u omisión, por eso y para que no vuelva a suceder, porque Don Domingo Choc Che no volverá a compartir su sabiduría, se debe sentar un precedente, la ignorancia no debe ser justificación para la injusticia.
El legado de Don Domingo Choc Che, seguirá vivo, ¿El de sus asesinos? Lo mataron con él.