Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

“La comida se besa, se agradece y se ofrece al hermano”
Nos decía mi madre,

Sorpresa, vergüenza,  dolor, tristeza, desesperanza,  cólera, angustia, rabia, ira, miedo, disgusto, frustración…    Manipulación, mezquindad.

Pero ante todo enojo.   Si eso sentí cuando vi la foto  publicada en la carátula de PL el lunes 18 de este mes.  Me pareció horrible observar en  las redes sociales cómo las personas decidieron tirar su fruta y verdura. El producto de  su  esfuerzo cultivado bajo el sol, abonando y fertilizando sus cultivos, que con la esperanza en el alma llegaría a la mesa de los guatemaltecos.

¡Ah…¡ pero según escuché  en el  video lo hicieron porque  los vegetales y la fruta se pudrieron debido a que el presidente  Giammattei decidió imponer un toque de queda desde el viernes hasta el lunes para  cuidar la vida de los ciudadanos de su país.

Yo vi el tiradero y  claro cuando una sandía cae al suelo se abre, pero el resto  los pepinos, bananos e incluso los tomates  se veían en excelentes condiciones. Mucho mejor que  alguna  de la fruta que compramos y se nos madura en la refri o en el canasto y no la tiramos, la consumimos.

Hay personas  que  publicaron  su producto en   el Facebook, en WhatsApp e incluso en la radio y lograron venderlo. Otros lo han regalado a las instituciones de  ayuda, a los  enfermeros, a sus vecinos. Los Bomberos Municipales Departamentales comentó el comandante Otto Denny Mazariegos, recibieron  canastos  de verdura   de manos de los productores,  la que  bomberos de distintas  estaciones   repartieron, ayudando a paliar el hambre.

¿Entonces, porqué tirar la comida.  Especialmente en este momento que para muchas familias se hace difícil conseguir?

Sólo tengo una respuesta:  el producto de los  agricultores fue pagado para tirarlo, para culpar al presidente, para desestabilizar su gobierno.

Lo mismo que ocurrió cuando unas mujeres salieron a las calles con banderas blancas “bien pespuntadas”   a pedir comida “porque la ayuda  del gobierno no les llegaba, pese a que las cajas de alimentos estaban repartiéndose.

No es que dude de su necesidad, “porque yo en mi casa tengo de todo”… pero  si yo tuviera necesidad de sacar una bandera blanca para pedir comida seguramente mostraría una sobrefunda, o incluso una playera de mi esposo. Porque preferiría  gastar mi poco dinero en comida.

Y me pregunto  ¿Quién pagó esa fruta y verdura   para tirarla, en un  doloroso espectáculo, cuando muchas personas podrían haber disfrutado de ella, por sabor, alimento y nutrición?

Pienso en los  que pagaron a las “acarreadas” quienes  además de un pago  obtuvieron víveres y hasta un trapo  blanco para cualquier uso.

El hambre y la necesidad no es nueva en  nuestro país,  quizás más de la mitad de los guatemaltecos la viven diariamente desde hace muchos años. Otros han empezado a sentirla ante las nuevas formas de vida  que hemos  debido adoptar por esta pandemia.

Dice la iglesia, si tienes un poco compártelo con una familia necesitada, pero si tienes mucho,  puedes compartirlo con muchos.

Y no me  refiero a  compartir el horror, el dolor y la desesperanza de saber que hay  personas,  que por no estar de acuerdo con los gobernantes, en un macabro show  tiran la comida  antes de ofrecerla al necesitado.

Me parece que eso tiene que ver con la política… ¡Qué porquería!

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