Fernando Mollinedo

mocajofer@gmail.com

Guatemalteco, Maestro de educación primaria, Profesor de segunda enseñanza, Periodista miembro de la Asociación de Periodistas de Guatemala, realizó estudios de leyes en la Universidad de San Carlos de Guatemala y de Historia en la Universidad Francisco Marroquín; columnista de Diario La Hora durante 26 años, aborda en sus temas aspectos históricos, educativos y de seguridad ciudadana. Su trabajo se distingue por manejar la palabra sencilla y coloquial, dando al lector la oportunidad de comprender de modo sencillo el universo que nos rodea. Analiza los difíciles problemas del país, con un criterio otorgado por su larga trayectoria.

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Fernando Mollinedo C.

Inicio el presente artículo recordándole a la población y en especial a las personas fanáticas de su partido político, empresarios, empleados y funcionarios lacayos al servicio del actual presidente de la República, que él, es una persona normal que come, ríe, se preocupa, ama, lee y actúa de acuerdo a su lógica común, experiencia de vida y también se equivoca; quienes lo ven como su amo y señor, jefe, semi dios o deidad sacada de no sé dónde, lo hacen para agasajarlo, quedar bien, zalamería o hacerle creer que es un todopoderoso ungido.

Es de lamentar que el presidente de la República de Guatemala haya calificado a un vuelo proveniente de los Estados Unidos de América que trajo personas deportadas y que todas dieron positivo de coronavirus como “el vuelo maldito” (LA HORA, 28/abril/2020). Naturalmente, los empleados del gobierno y algunos empresarios salieron a justificar la tremenda idiotez del mandatario, tratando de quitarle la responsabilidad social de sus palabras vertidas, pero… a golpe dado ya no hay quite.

PRIVILEGIOS. Pregunto a las autoridades de Tránsito, Ministerio de Economía y Gobernación ¿Cuál es el fundamento legal para que los vehículos de las empresas transnacionales puedan circular sin restricciones en todo el país vendiendo su mercancía, mientras que los agricultores tienen prohibición de llevar su cosecha a los mercados y por qué razón los reprime con las fuerzas policiales cuando pretenden ejercer su derecho constitucional de locomoción? ¿A cuál autoridad se le debe solicitar similares privilegios, se debe pagar, a quién o quiénes?

Hasta que reventaron los morongazos en Totonicapán, Sololá, Cunén y otros lugares, se principió a tomar medidas de apagafuego, después de la represión policial se emitió un oficio en el que se pide a los agentes policiales “tomar las consideraciones” para la circulación de vehículos que transporten verduras y frutas a los destinos de venta. “NO ES UNA “CONSIDERACIÓN; ES UN DERECHO”, hablen y escriban claro.

Salvo un par de excepciones, la Historia de Guatemala nos muestra todos los gobiernos respondieron a los intereses de naciones extranjeras y oligarquía nacional, concediéndoles a sus empresas transnacionales de bancos, navieras, explotación y venta de maquinaria agrícola, bananeras, telefónicas, hidrocarburos, mineras y hasta religiones, concediéndoles exoneración de impuestos y regalías diversas.

Los bienes nacionales rentables que tuvo Guatemala fueron “vendidos” a empresas nacionales e internacionales por viles políticos que se convirtieron en millonarios, pero su recuerdo imperecedero en el imaginario popular está marcado por el hedor más sucio y repugnante, así como escrito en el Libro más Negro de nuestra Historia como la peor pandemia de hueveo inmisericorde a la patria (Aviateca, Guatel, EEGSA, Fegua, Bandesa y otras).

Por aparte ¿Cuándo publicará el Gobierno actual la lista de las donaciones nacionales e internacionales recibidas para el equipamiento hospitalario y paliar la pandemia del coronavirus? Refrigeradores, filtros de agua, mascarillas, respiradores, ventiladores y un cachimbazo de cosas más.

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