Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Hay un meme que circula y que dice: ¿Cómo amanecieron mis expertos en epidemiología, seguridad nacional, economía, listos para criticar todo y no aportar nada? Las negrillas son mías.
Yo soy de esos millones que no soy experto pero mi participación en La Hora me ha permitido conocer la opinión de algunos que sí lo son y el oficio nos ha obligado a mantenernos al día de lo que otros países han ido haciendo para ir enfrentando esta pandemia para la que nadie tiene una fórmula mágica y a lo largo de la crisis he venido expresando que sacar esto requerirá de todos y que “sacarnos la madre” sirve de desahogo pero no genera propuesta para salir adelante.
El Gobierno dispuso una medida, según han explicado, pensando específicamente en el tema de salud y epidemiológico y ahora me deseo centrar en eso para luego pasar al efecto social de la misma.
La intención del Gobierno era que durante estos tres días los síntomas de las personas enfermas “reventaran” en sus casas, llamaran a la autoridad para que se les hicieran las pruebas por COVID-19 y entonces se cumpliera el axioma de que se iban a poder ir identificando los casos positivos.
Para que esa premisa sea efectiva, es fundamental tener lugares en los que los guatemaltecos que no pueden aislarse en un cuarto con ventana y baño (sin dejar al resto de la familia en malas o peores condiciones) tengan a donde ir para lograr dos cosas: encuarentenarlos para que no terminen de contagiar al resto de la familia y para que el lunes (terminado el confinamiento de tres días) la gente contagiada no salga y siga la propagación.
Pero, muchas personas se sienten mal y no dicen nada porque no quieren ir al Parque de la Industria (al día de hoy nadie sabe por qué esa medida) y por eso siempre hemos insistido en la necesidad que el presidente Alejandro Giammattei oiga a otras personas además de las que hoy tienen su oído. Para que una medida como el confinamiento funcione, se necesita acelerar el proceso de los hoteles aunque lo ideal hubiera sido que ya hubieran estado listos los mismos para que las medidas de mayor confinamiento tuvieran los mejores resultados epidemiológicos.
Hay un tema importante y es que según reportaron las autoridades en esas citaciones tan odiadas por el presidente Giammattei, pero en las que se revela información que no dan por otros medios, es que al menos el 60% de las personas que estaban en el Parque de la Industria son asintomáticos y por eso es que resulta clave conocer las estrategias de testeo porque son las personas sin síntomas quienes más fácil pueden contagiar a otras.
Se necesita poder hacer más exámenes y es necesario que las rutas epidemiológicas sean robustecidas.
Dos temas: uno, es necesario que toda persona que llegue a hospitales del país se le hagan exámenes por COVID-19, porque si eso se hubiera hecho en El Roosevelt quizá no estaríamos con esa pena ahora. Dos, se han conocido de casos de personas que han pedido indicaciones de tiempo en función de que compartieron espacio con personas que terminaron infectadas, pero las autoridades se limitan a decir que se consulte al centro de salud. La falta de un eficiente protocolo no está permitiendo una mejor búsqueda de los posibles positivos.
Reabrir la economía, eventualmente, y seguir caminando requerirá mejorar un poco nuestra precaria capacidad de atención médica e insisto, aumentar el testeo. Para aumentar capacidad de atención, además de camas y equipo, necesitamos recurso humano y en Guatemala ya se empieza a sugerir que se haga lo de otros países y que podamos empezar a graduar más médicos. Ayer decía Edwin Asturias que quienes ya cerraron la carrera y solo están haciendo trámites, deben ser graduados para que contemos con más manos. No se opera el intensivo del Parque porque no hay médicos (los recién graduados no operarán un intensivo, pero el punto del ejemplo es que nos falta recurso humano).
Y se necesita aumentar la capacidad de atención porque urge hacer más pruebas. El Gobierno insiste que la disponibilidad de pruebas ahora no es el problema, pero tampoco le ha explicado a la población de forma clara y consistente cuál es su política o protocolo de testeo y por eso es que mucha gente siente que no hay guías claras y bien haría el Gobierno en sumar nuevos expertos y en informarle a la población de cuál será la política de ahora en adelante.
Una medida de confinamiento y peor en quincena, siempre va a tener efectos sociales. Es indispensable que el Gobierno incremente sus esfuerzos para lograr que los programas de ayuda lleguen más a la gente que los necesita y que dejando los temas personales por un lado, se sienten con personeros del Seguro Social para tomar decisiones de cubrir a la gente que no trabaja para evitar una enfermedad.
Lograr eso permitirá volcar los recursos para atender a la informalidad y en condiciones de mayor vulnerabilidad quienes ayer fueron los que mas resintieron la medida de confinamiento porque muchos de ellos viven al día.
Nadie dijo que esto era fácil, no ha sido, no es ni será en el corto plazo. Esto requerirá de todos y ayer el Presidente volvió a hablar de la unidad y estar unidos también significa escucharnos más, conocer a los equipos de expertos que asesoran al Gobierno y convocar las mesas necesarias para que los aportes se puedan ir materializando de mejor manera y las que agreguen valor se puedan consolidar con acciones concretas que nos permitan a todos, salir adelante.