Julio García-Merlos G.

Twitter:@jgarciamerlos

post author

En columnas anteriores he dicho que hay que aprovechar la crisis, que no nos paralice el miedo y encontraremos nuevas formas de producir. Aprovechar la crisis no es lo mismo que aprovecharse de la crisis, como pretenden hacer los diputados de la bancada Semilla.

Dichos diputados presentaron la iniciativa de ley denominada Ley de Contribución Extraordinaria ante la Crisis. Es enorme la irresponsabilidad de este grupo parlamentario al presentar una iniciativa de ley de esta naturaleza en medio de una crisis sanitaria y económica sin precedentes. Mientras que la mayoría de gobiernos del mundo están permitiendo el pago diferido de impuestos y tratando de generar liquidez para que se reactive el motor económico, los empleos y los ingresos para las familias, este grupo político arremete en contra de prestadores de servicios, PYMES y profesionales. La propuesta adolece de varios vicios, sin embargo me quiero referir a la falacia principal de dicha propuesta: “Hoy presentamos la iniciativa de ley “Contribución extraordinaria ante la crisis” para que el 0.1% súper-rico de la población –tanto servidores públicos como profesionales privados– haga una módica contribución para sobrevenir mejor a la crisis económica que viene”. El fundamento de esta propuesta es falso. En primer lugar, el aumento de las tasas impositivas que pretenden no afecta a los “súper-ricos” como ellos les llaman, ya que en el régimen opcional simplificado, la tasa es sobre ingresos, no sobre utilidades. Este régimen, como su nombre lo dice, es un régimen simplificado que utilizan muchísimos prestadores de servicios, PYMES y profesionales como médicos, abogados, contadores, veterinarios, ingenieros, arquitectos, etc. El régimen simplificado ha sido exitoso debido a su tasa razonable y a que es muy sencillo al no requerir la tarea del cálculo y determinación en la deducción de gastos. El régimen es sencillo tanto para el contribuyente como para SAT, es por ello que SAT casi nunca fiscaliza a dichos contribuyentes ya que la determinación de la obligación tributaria no permite discusión sobre la procedencia o no de los gastos. En segundo lugar, no es una módica contribución, es un aumento del 43% sobre la tasa impositiva en el régimen opcional simplificado, pasando de 7% a 10%. En tercer lugar, la ley de extraordinaria no tiene nada ya que busca incrementar las tarifas del Impuesto sobre la Renta en forma permanente. En cuarto lugar, de ser aprobada no tendría impacto directo en los recursos a disposición del gobierno durante la crisis, puesto que de acuerdo con el principio de seguridad jurídica y lo que norma nuestro Código Tributario, sería aplicable hasta el próximo período fiscal, o sea el 2021.

A los diputados les resulta fácil formular esta propuesta cuando tienen sus ingresos asegurados y no están en la misma incertidumbre que el resto de ciudadanos. Mientras ellos, sus compañeros y la mayoría de funcionarios públicos reciben sus salarios en forma puntual, miles de guatemaltecos perdieron sus trabajos, muchos profesionales y PYMES estamos endeudándonos o usando nuestros ahorros para poder pagar planillas y seguir ofreciendo nuestros servicios en la medida de lo posible. Como he dicho en otras ocasiones, esto no es #JuntosSaldremosAdelante, sino #QueUnosNosSaquenAdelante.

¿Cuál es el aporte de estos diputados para contribuir a paliar la crisis? ¿Han donado o han rebajado sus salarios y dietas?

La respuesta de estos miembros del Congreso ante estos cuestionamientos consiste en proponer un incremento a la carga impositiva, en lugar de generar incentivos tributarios que alienten la inversión en las mismas empresas y potencialicen la recuperación económica.

Hace unas semanas se aprobó un paquete de deuda pública multimillonario que incluye emisión monetaria, a la fecha, el Estado ha logrado ejecutar muy poco de los fondos destinados para la emergencia. En lugar de buscar más dinero que pueda ir en saco roto, deberían dejarlo en los bolsillos de los guatemaltecos y preocuparse por la calidad del gasto público.

Cuando pase todo esto, no olvidaremos que en tiempos adversos hubo un grupo de políticos inconscientes que en lugar de ayudar solo buscó de forma injusta e inecuánime poner más carga tributaria a un grupo de contribuyentes, para imponer su agenda socialista.

Julio García-Merlos
Twitter: @jgarciamerlos

Artículo anteriorEl espectáculo debe continuar
Artículo siguiente¿Donaciones o limosnas?