José Roberto Alejos Cámbara
Sin presupuesto aprobado para 2020 se habría esperado que el Organismo Ejecutivo, sobre todo en cambio de gobierno, presentara una readecuación presupuestaria, pero presentó una ampliación presupuestaria, la cual fue aprobada por el Congreso de la República. Funcionando con un presupuesto tan desordenado y con el cambio de Gobierno, muchos puestos técnicos que son contratados en 029 en casi todo el Estado fueron establecidos por 2, 3 y 4 meses máximo, en situación similar se encuentra los contratos de trabajo 022. El Anuncio del Presidente de la República congelar plazas deja a una gran cantidad de personas sin empleo. ¿Pero cuál es la historia?
Durante el Gobierno de Álvaro Arzú se potenció utilizar la figura del contrato 029 y 022, supuestamente para tener un Estado más eficiente. Pero también para que, en fraude de ley, se dejara de pagar prestaciones como el aguinaldo y el bono 14. Esta modalidad también impacta en el IGSS y en las prestaciones para los jubilados del Estado. Las generaciones más jóvenes que pueden cotizar por muchos años se encuentran frente al fenómeno de no tener acceso a los puestos de trabajo permanentes, es decir 011, porque es clientelar, porque se designan a dedo sin meritocracia. Así que se supone que el personal más calificado está en 029. Pero también, siendo honestos, hay mucho personal que se contrata por presiones de los políticos y financistas, sin llenar el perfil, y que seguramente son muchos, allí es donde se debe atacar; donde existe cuota para el partido y las famosas plazas fantasmas, entregadas como ejemplo, al Congreso a cambio de votos o por no avanzar en una iniciativa o para aprobar una ampliación presupuestaria. La sugerencia es (anunciada por el presidente) el Inventario real de puestos de trabajo para despedir a quienes no llegan o no cumplen, no llenan el perfil o comparten su salario, eso sí es buena idea Presidente y ahorraría millones.
Insisto en que hay que administrar la crisis, aprovechar que los problemas se han hecho evidentes y arreglarlos de fondo, aprovechar para una verdadera transformación del Servicio Civil. Esto pasa por una nueva ley que propicie hacia la meritocracia, convirtiéndolo en una política pública en la que el Estado debe ser más dinámico en la inversión y los trabajadores estén comprometidos con ser servidores públicos de verdad. Durante la legislatura 2008 – 2011 se presentaron iniciativas importantes, dejamos propuestas en las que trabajaron profesionales como el Licenciado Meoño con visión sindical y la licenciada Carolina Roca con visón empresarial, entre otros. Este sería el momento ideal para reestructurar el servicio público con criterios verdaderamente técnicos en lugar de contribuir al aumento del desempleo, si se quiere se puede.
Necesitamos verdaderos servidores públicos, capaces y comprometidos con el Estado que dicho sea de paso debe propiciar la reactivación económica, pero con transparencia, con probidad, no aprovechándose de la emergencia, esto es algo que puede ser real. Organismos internacionales han realizado importantes estimaciones sobre los recursos que se pierden anualmente por corrupción, eso es lo que hay que atacar, con ello el ahorro eso es superior a los 600 millones que supuestamente van a economizar. Por ello la fiscalización es importante, pero no con comisiones creadas ilegalmente desde el Congreso si no como lo establece la Constitución, y, con una ciudadanía responsable y activa.