El gobierno del presidente Alejandro Giammattei ha anunciado que para el lunes empezará una masiva distribución de mascarillas por considerar indispensable que la gente utilice ese instrumento de protección para evitar los contagios con el peligroso Coronavirus que se ha regado por el mundo entero y que en Guatemala empieza a mostrar un preocupante incremento en el número de casos, ello no obstante que no se han realizado pruebas ni siquiera a todas las personas que han sido sometidas a cuarentena, no digamos en forma masiva.

Y es correcta la disposición de exigir el uso de la mascarilla en cualquier lugar público, advirtiendo con posibles sanciones a los que desobedezcan, porque las experiencias en países asiáticos, especialmente en Corea del Sur, demuestran que el uso de esa protección es fundamental para disminuir los contagios. Sin embargo, en esos países se ha insistido, además, en el distanciamiento social que obliga a impedir que las personas se acerquen unas a otras a menos de dos metros que es el área en la que se entiende que el virus puede viajar en las micro gotas de saliva producimos no sólo al toser y estornudar, sino también al hablar, especialmente al pronunciar ciertas letras como la P o la B.

No se puede dejar de mencionar que la higiene es otra pieza fundamental porque está probado que el virus puede permanecer activo en superficies que tocamos constantemente y si nos tocamos la cara con las manos contaminadas, estaremos adquiriendo la enfermedad.

No se puede, pues, pensar que el uso de la mascarilla por sí solo sea suficiente. Es cierto que al principio mundialmente se descartó su uso y dicen que fue para no estimular el desabastecimiento que afectaría al personal de salud, pero ahora se reconoce que tiene un enorme valor siempre y cuando vaya acompañado del distanciamiento y de la higiene, temas en los que la propaganda del gobierno tiene que insistir constantemente porque los gobiernos más exitosos para enfrentar la pandemia insistieron en esa triple combinación.

Bienvenida la orden de usar mascarillas, pero reiteramos que su uso sin las otras medidas no es absoluta garantía.

Redacción La Hora

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