Fernando Mollinedo C.

La pandemia del COVID-19 desnudó otra vez la torpeza, ignorancia e inconsciencia de los gobernantes que creyéndose saber de todo, tomaron decisiones impulsadas por los intereses económicos de sus financistas; otros, usaron el latrocinio del dinero de las instituciones que dirigieron y otros más, que se huevearon los fondos destinados para realizar obra de calidad convirtiéndolos en sus ahorros.

En unos dos años adelante, veremos a los paupérrimos funcionarios como nuevos millonarios en Guatemala, pavoneándose sin vergüenza en la calle y presumiendo sus nuevos bienes muebles e inmuebles ante una sociedad permisiva y falta de carácter que, por falta de valores se hace la babosa para no entrar en confrontaciones porque tiene miedo de decir la verdad y sufrir las consecuencias que, en este caso sería: su asesinato.

Quedó al desnudo el sistema oficial de salud: desabastecimiento de medicinas, infraestructura sucia y casi derruida en la mayoría de los hospitales, dispensarios y centros de salud, catres por camas, insignificantes lotes de medicinas genéricas compradas a precio de farmacéuticas de lujo y otro sin fin de artículos faltantes.

En cuanto a seguridad, por la frontera norte de nuestro país siguen ingresando camiones con paisanos y contrabando de mercaderías provenientes de México sin ninguna restricción sanitaria; igual en las fronteras con El Salvador y Honduras ingresan migrantes con la respectiva mordida, pero aquí en la capital, todo sin novedad olvidándose los funcionarios y empleados gubernamentales que GUATEMALA NO ES SÓLO LA CAPITAL. La población en el área rural también necesita atención en términos generales.

EN OTRO ORDEN DE IDEAS, los honorables, honrados, distinguidos y nunca bien ponderados diputados, “representantes” de la población guatemalteca, podrían hacer una revisión de los AHORROS que se han logrado en el Palacio Legislativo y verificar cuánto dinero podrían donar, por lo menos DIEZ MILLONES DE QUETZALES para la atención de la emergencia sanitaria. El cheque sería entregado al presidente del ejecutivo para comprar el equipo necesario para los hospitales departamentales.

Además, el rubro para comida, combustible, pago de pilotos, exceso de secretarias, pago de telefonía y viáticos que conservadoramente llega a VARIOS MILLONES DE QUETZALES, TAMBIÉN PODRÍAN SER DONADOS POR EL TÉRMINO DE TRES MESES; de esa forma, la mayoría de estos hijos ilegítimos podrían rebajar el adverso ánimo de sus votantes a quienes tienen más que encabronados: están como la gran puta!! Y por qué no decirlo: que también DONEN SU SUELDO DE TRES MESES para ser congruentes con el servicio social que prometieron para beneficio de sus votantes.

NO, no es mala educación y mucho menos falta de formación académica el uso de guatemaltequismos para representar en forma de letras el sentir de la población que mira estupefacta la rapiña sin pudor del erario nacional. Indiscutiblemente, que toda regla tiene su excepción; de que los hay dignos y honrados, si los hay ¡pero vaya usted a saber quiénes son! pues hablan como héroes, pero votan como esclavos.

Fernando Mollinedo

mocajofer@gmail.com

Guatemalteco, Maestro de educación primaria, Profesor de segunda enseñanza, Periodista miembro de la Asociación de Periodistas de Guatemala, realizó estudios de leyes en la Universidad de San Carlos de Guatemala y de Historia en la Universidad Francisco Marroquín; columnista de Diario La Hora durante 26 años, aborda en sus temas aspectos históricos, educativos y de seguridad ciudadana. Su trabajo se distingue por manejar la palabra sencilla y coloquial, dando al lector la oportunidad de comprender de modo sencillo el universo que nos rodea. Analiza los difíciles problemas del país, con un criterio otorgado por su larga trayectoria.

post author
Artículo anteriorCreatividad y resiliencia en medio de la crisis
Artículo siguienteDisposiciones fiscales contenidas en el decreto 12-2020