Arlena Cifuentes
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El Covid-19 afectará a Guatemala de la misma forma que lo ha hecho en el resto del mundo, es irreversible. Lamentablemente la experiencia vivida en otros países no fue tomada en cuenta en nuestro país. Tuvimos suficiente tiempo, lo cual se traducirá en la muerte de miles de personas tanto por el contagio del virus como por la precariedad de sus condiciones de vida. No son doscientas mil familias las que han sido afectadas como consecuencia de las medidas implementadas. Por otra parte, el contagio no hace distinción de clases sociales. Es lamentable observar como dentro de un mismo país existen distintas realidades de las que no hay conciencia alguna por quienes conforman las clases media y alta.
Es por ello que la información tan optimista que el Dr. Giammattei traslada a la población no deja de ser irresponsable. Prefiero pensar que está rodeado de asesores totalmente incapaces, ya que se expresa con mucha convicción, pero la misma no refleja la realidad de la expansión del virus, por lo que hay un alto porcentaje de población que no está poniendo en práctica las medidas recomendadas, tanto de distanciamiento social como del resto.
El llamado TOQUE DE QUEDA ha provocado grandes aglomeraciones de gente en supermercados y mercados. En el interior del país estos últimos se han convertido en ferias, grandes concentraciones de personas viviendo una vida normal como consecuencia de la ausencia de información fidedigna. Hay negación en la sociedad. Es impactante que a mayor nivel de educación mayor nivel de obcecación, lo discutíamos con mi hija en el fin de semana, pues ella no se explica cómo quienes poseen un título universitario prefieren cerrar los ojos a la realidad.
Somos el país que ha realizado la menor cantidad de pruebas, siendo esta la explicación del porqué la información refleja un porcentaje bajo de infectados que nos hace actuar con un triunfalismo irracional por lo que es INDISPENSABLE aumentar el número de pruebas de detección. Menos de una prueba diaria por cada cien mil habitantes. A mayor prontitud en la detección de casos menor será la pérdida de vidas humanas. Algo que me parece aún más irresponsable es que casualmente las personas están falleciendo en estos días por “neumonía atípica” y no se practican autopsias. Esto pone en evidencia un ocultamiento deliberado de información que tarde o temprano saldrá a luz y no habrán argumentos que justifiquen la muerte de miles de guatemaltecos.
Por otro lado qué criterios se están utilizando para realizar las pruebas, hay toda una serie de aspectos que deben ser evaluados y para lo cual existe una gama de profesionales de prestigio que deberían haber sido convocados con el fin de definir las mejores estrategias para enfrentar la pandemia.
La RESPONSABILIDAD DEL GOBIERNO es dotar AL GREMIO MÉDICO del EQUIPO necesario que garantice el resguardo de sus vidas como condición fundamental. Los médicos no pueden ser obligados, como manifesté la semana pasada, a ir al frente de batalla a una muerte segura. PROPONGO, que a los señores diputados no se les provea más de mascarillas n95 y se les distribuyan las que están siendo elaboradas de tela. LAS MASCARILLAS DE TELA NO PROTEGEN del contagio del virus ni para quien las porta ni para quien puede ser contagiado. ESTO ES UNA FARSA, UNA BURLA PARA EL PUEBLO.
En conclusión, las medidas de aislamiento social deben ser fortalecidas; el sector informal está siendo golpeado, hay hambre y desesperación, el apoyo debe brindarse cuando menos a dos millones de familias. Por último, el Presidente debe tomar acciones contundentes. No debe tener miedo a desairar al CACIF, ni a incumplir sus compromisos. La explosión de la pandemia viene y debe ser tratada como un problema de salvaguardar vidas humas, NO COMO UN PROBLEMA ECONÓMICO. La cuarentena debe ser total.
