“La situación de salud de una población está determinada por las condiciones políticas, sociales y económicas en las que vive, por lo que los indicadores de salud pueden ser un reflejo de la situación social”. La actual crisis que se vive, prácticamente a nivel global nos deja clara la situación social de países como China, Italia, España y Francia. En Guatemala, y esto no es tremendismo ni ánimo de causar alarma; es bien sabida cuál es la situación de salud de la población, especialmente la del más de cincuenta por ciento de la población que vive en pobreza.
Hasta el momento, en nuestro país, el Coronavirus solo ha afectado a una capa social de la población, la que tiene acceso a viajar al exterior y sus círculos familiares y sociales; esperemos (lo digo con sinceridad) que las medidas de contención logren frenar sanitariamente la expansión, porque si esto llega a las capas bajas de nuestra sociedad, la situación se volverá sumamente crítica. En estas capas, es grave nivel de hacinamiento en las viviendas, precario el acceso a servicios básicos como el agua, que es fundamental para el lavado de manos, por ejemplo, y las dinámicas económicas desesperadas por conseguir lo que ayude a sobrevivir diariamente son desesperadas. Controlar la pandemia llegada a este punto, sería sumamente complejo.
Dicho lo anterior, no sé a quién le pide el Presidente que ayune, a los que ya ayunan permanentemente… Es decir, hambre ya pasa la mitad de la población, qué pasa, ahora la tiene que pasar con resignación y culpa o qué. No entiendo.
Lo asertivo que intenta ser Giammattei no le quita lo cantinflesco. Ha dejado dudas serias sobre su manejo porque un día sale diciendo una cosa y al día siguiente otra completamente distinta. “Váyanse a la playa”, “no vayan a trabajar”, “vayan a trabajar”. Por si fuera poco, las medidas económicas que se presentan ante el Congreso de la República parecieran no tener sentido. Ampliación del presupuesto de la nación en siete mil millones, de los cuales solo un pequeño porcentaje está destinado a la actual crisis, lo demás va a pago de deuda del Estado y otros destinos que en apariencia nada tienen que ver con la situación que se vive en el país.
Así las cosas, depende mucho de la población que no entremos en una crisis más profunda, porque el Ejecutivo y el Legislativo parece que están pensando en un futuro después de que esto pase, pero no en el presente ni en las capas bajas de la sociedad. Pareciera que sus patrones les piden cuidar lo macroeconómico a toda costa. Dan asco y vergüenza. Hasta Bukele ha tomado medidas que van directamente a la población y no a los bolsillos de las élites.
A quienes están sufriendo por los cierres y su economía se ve afectada y no saben qué harán a fin de mes, piensen sentirse así todos los días, repito, tal como más del cincuenta por ciento de la población en Guatemala. Juntos saldremos adelante, sí, pero sepan que en ese “juntos” lo que están haciendo desde el gobierno es vergonzoso y será la población la que sin ustedes sobreviva una vez más a la voracidad del capital y la irresponsabilidad de la clase política.