Jorge Morales Toj

Maya K’iche’, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario, con estudios de Maestría y Doctorado en Derecho Constitucional. Pacifista y Defensor de los Derechos Humanos.

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Jorge Morales Toj
jorgemoralestoj@gmail.com

En los años que llevo de vida, nunca había tenido o visto una situación como la que vive el mundo y nuestro país en particular. La crisis a raíz de la pandemia del COVID-19 que vivimos, pone al descubierto nuestro débil sistema de salud y sobre todo demuestra lo frágil que somos los seres humanos ante una pandemia de esta envergadura.

El coronavirus no distingue raza ni clase social, tampoco a los de izquierda y derecha, aquí todas y todos somos vulnerables, sin embargo, es muy probable que el impacto sea mayor en los más pobres y desposeídos.

En medio de la crisis generalizada, cabe denunciar que algunos malos comerciantes han duplicado los precios de los granos básicos. En el norte del departamento de Quiché el quintal de maíz costaba Q130.00 el día de hoy se compraba a Q200.00 y en algunos casos, farmacias triplicaron el precio de gel antibacterial y otros productos.

El pánico se apoderó de miles de familias y de forma desmedida llegaron a las despensas y vaciaron los productos de la canasta básica. El egoísmo de miles de personas salió a flote, ya que muchos han acaparado productos de consumo diario.

En medio de toda la crisis, algunos empleadores de forma irresponsable están obligando de manera ilegal a sus empleados a continuar sus labores, olvidando que primero es la salud y la vida de los trabajadores y después los ingresos económicos de sus empresas. La vida no tiene precio señores empleadores.

Por otro lado, hago un llamado a la Dirección de Atención al Consumidor DIACO que mantenga la atención a la población las 24 horas. La emergencia es de 24 horas y no de 8 de la mañana a las 8 de la noche como dice la operadora. Asimismo, los teléfonos de atención a los usuarios de la Inspección General de Trabajo no funcionan, hoy más que nunca los inspectores deben cumplir sus labores y atender y apoyar a la clase trabajadora, que es la clase más vulnerable en esta esta crisis.

Aún son incalculables los efectos de la crisis derivada del coronavirus, sin embargo, podemos adelantar que los más pobres y desposeídos serán los más afectados. La clase trabajadora también será afectada, debido a que algunas empresas buscarán mecanismos fraudulentos para no pagar salarios y prestaciones.

Hoy más que nunca, la solidaridad debe manifestarse con acciones positivas en favor de los más necesitados, los más desposeídos necesitan de la mano y las acciones de la institucionalidad del Estado. Los distintos sectores productivos del país, deben poner en una balanza y desde una justa dimensión sopesar la vida de los trabajadores o los ingresos de sus empresas y el Estado deberá garantizar la vida y seguridad de todos los habitantes del país.

La figura presidencial ha estado a las alturas y se han tomado las medidas necesarias de forma oportuna. Toca a toda la población y los empleadores, acatar con responsabilidad y disciplina todas las disposiciones del organismo ejecutivo.

Juntos pero no revueltos, saldremos vencedores de esta crisis. #FuerzaGuatemala #QuedateEnCasa #JuntosSaldremosAdelante

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