Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Ayer el presidente Alejandro Giammattei anunció en cadena nacional una serie de medidas con las que el Gobierno pretende contener la propagación del virus COVID-19 y entre ellas mencionó la suspensión del transporte público urbano y extra urbano y la suspensión de labores para el sector público y privado, con algunas excepciones.
Las empresas y trabajadores que están contempladas en las excepciones deben encontrar los mecanismos para que su personal se pueda presentar e incluso el Gobierno mencionó que quienes puedan hacer trabajo desde casa, lo hagan.
Estamos haciendo sacrificios económicos en aras de la salud y nos debemos asegurar que estos sean los más efectivos posibles para contener la enfermedad. Si no da resultado, tendremos que pasar a un cierre total del país y con ello, aumentan los retos.
Y en el escenario actual o cualquier opción a futuro, es necesario que el Gobierno trabaje en opciones por medio de las cuales podamos asegurarle a la gente que tendrá para comer. Una vez pasada la crisis, primero Dios, debemos trabajar todos de la mano en medidas para intentar que nuestra gente tenga ingresos para vivir, comer y cumplir obligaciones, porque de lo contrario quizá no nos enfermemos o nos mate el coronavirus, pero mental y anímicamente la gente no terminará bien.
Hay gente que depende de un trabajo formal y la inmensa mayoría depende de la informalidad o de ganarse el pan con una labor de todos los días. El Presidente ha dicho que la gente que trabaja en el Interior, en el campo, están menos expuestos porque están al aire libre y también han dicho que le preocupan los niños que dejando de ir a la escuela, están dejando de comer dos tiempos al día
Todos tenemos que hacer esfuerzos. Los que podemos apechugar debemos hacerlo hasta donde logremos y para los que simplemente quieren pero no pueden, el Gobierno necesita generar medidas que permitan darle calma a la gente que alguien sobrevivirá al Coronavirus pero no morirá de hambre o se sobrevivirá a la enfermedad pero se le dirá adiós a la vida futura que todos anhelamos con hijos que puedan ser lo que se propongan.
Esa realidad, de que hay muchos que no aspiran para sus hijos un futuro mejor, existe por miles en Guatemala y por eso es que hemos insistido en la necesidad de cambios profundos, que superada la pandemia, se vuelven más necesarios que nunca porque desde hace tiempo se ha venido advirtiendo que una enfermedad de este tipo en gente desnutrida y sin oportunidades mínimas puede ser muy complicada.
El mandatario dijo que es el único vocero de la crisis y como tal, debe redoblar esfuerzos por afinar la comunicación y ser extremadamente precisos porque solo así se generará confianza.
Desde el plano social, el reto es enorme porque hemos venido siendo una sociedad que no siempre cumple las reglas y procede acorde, y ahora, cuando esa cultura fue alimentada por tanto tiempo, pasar de incumplir a cumplir no es fácil.
Saldremos adelante si todos aportamos nuestro grano de arena. Saldremos adelante si somos más solidarios que nunca. Saldremos adelante si cumplimos, por una vez en la vida, las indicaciones a cabalidad. Saldremos adelante si tomamos medidas que le den calma a la gente. Saldremos adelante, si todos, sector privado, Gobierno y hasta la informalidad ideamos maneras para enfrentar este enorme reto y trazamos la ruta con la que pretendemos recuperar la salud y la economía de los guatemaltecos.