Factor Méndez Doninelli
25 de febrero, Día Nacional de Víctimas del Conflicto Armado Interno y el 27, 39 aniversario de la ejecución de Guillermo Monzón Paz, uno de mis maestros universitarios asesinado por esbirros de la dictadura militar.
“La memoria histórica es parte de la cultura social e inspiración de reconciliación y paz, para que los hechos acaecidos nunca más vuelvan a repetirse”.
Guatemala, 2020.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), un organismo especializado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), ha lanzado la advertencia de que la propagación de la infección del coronavirus, conocida como COVID-19 o neumonía de Wuhan que es el epicentro de la enfermedad focalizada en China, podría extenderse a todo el planeta y convertirse en una potencial pandemia global.
En Guatemala, el presidente Alejandro Giammattei asegura que en el país no hay hasta ahora ningún caso confirmado y por la amenaza real de la citada infección que podría provocar una emergencia sanitaria, ante ese posible escenario ha declarado “alerta máxima nacional” en atención al aumento de casos en otros países.
Al respecto, la OMS informó el 26 de febrero de 2020 que cuatro Estados miembros, Argelia, Austria, Croacia y Suiza notificaron casos de COVID-19 en las últimas horas. Argelia es el primer Estado del Continente africano que reporta un caso de COVID-19. Desde que se conoció el primer caso el 8 de diciembre de 2019, se ha informado de casos nuevos en países fuera de China. Las estadísticas de la situación actual al 26 de febrero son: 81 mil 109 confirmados (871 nuevos) en todo el planeta. En China: 78 mil 191 confirmados (412 nuevos), 2 mil 718 fallecidos (52 nuevos). Fuera de China: 2 mil 918 confirmados (459 nuevos), 43 fallecidos (9 nuevos). Países afectados + China: 38 países (4 nuevos). Evaluación de riesgo: China: muy alto. Nivel regional: alto. Nivel global: alto.
Mientras que en China las autoridades controlan y contienen con éxito el brote infeccioso, fuera de ese país los casos aumentan y generan preocupación mundial, sobre todo porque en países subdesarrollados como Guatemala, que no tienen infraestructura sanitaria adecuada (hospitales), ni los suficientes recursos materiales, humanos, equipos especiales y medicamentos para hacer frente a una situación de esta naturaleza que puede demandar la atención masiva de miles de pacientes.
Quizá por esa misma razón el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social guatemalteco, atendiendo recomendaciones de la OMS y del Reglamento Sanitario Internacional, en el sentido que los países deben prepararse para este tipo de emergencias, ha divulgado un “Plan para la prevención, contención y respuesta a casos de coronavirus (COVID-19) en Guatemala”.
El extenso documento de 24 páginas indica que el propósito del plan es: “Estandarizar la respuesta de salud pública frente a la amenaza epidemiológica que representa una o más personas sospechosas o confirmadas con coronavirus (COVID-19) de manera pronta, eficiente y eficaz en cualquier ubicación del país.”
Es bueno que el Gobierno se anticipe a los hechos, preparando planes y medidas preventivas para controlar y contener cualquier brote infeccioso, pero conociendo la realidad socioeconómica de los habitantes del país, donde abundan los pobres, desnutrición crónica infantil, analfabetismo, desempleo y reina la corrupción, impunidad, desesperanza, abatimiento, frustración, depresiones y desesperación de los sectores sociales vulnerables que históricamente las élites neoliberales han explotado, excluido, marginado, discriminado y segregado la pregunta sigue siendo: ¿Estamos preparados para atender una emergencia sanitaria de esta envergadura? Veremos.
