Francisco Cáceres

caceresfra@gmail.com

Nació en Guatemala el 19 de Julio de 1938; tiene estudios universitarios y técnicos en ciencias jurídicas y sociales, administración empresarial, pública, finanzas, comunicación, mercadeo y publicidad. Empresario, directivo, consejero y ejecutivo en diversas entidades industriales, comerciales y de servicio a la comunidad. Por más de 28 años consecutivos ha sido columnista en este medio.

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Francisco Cáceres Barrios
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Formulo esta pregunta en el titular porque me cuento entre los ciudadanos que recibimos como balde de agua fría la noticia de que en el Congreso siguen las mismas mañas y triquiñuelas del pasado empleadas por la misma deleznable clase de politiqueros, esta vez para aprobar sin ningún tapujo, motivados solo por intereses personales, modificaciones a la Ley de Organizaciones No Gubernamentales, más conocidas como ONG. ¿Entonces, vamos a seguir en las mismas? Eso mismo nos preguntamos la gran mayoría de guatemaltecos. Pues todo ello significa que las leyes van a seguir siendo aprobadas, como se venían haciendo antes del cambio de autoridades efectuado el 14 de enero del presente año, sin análisis, investigaciones y sanas discusiones de todos los sectores involucrados que podrían salir afectados o beneficiados con cualquier disposición legal?

De ahí que después de meditarlo seriamente, hoy me estoy atreviendo a pedirle por favor a nuestro primer mandatario doctor Giammattei que se haga la campaña de vetar tal disposición para no matar tan pronto la ilusión, el sueño o las aspiraciones de la gran mayoría de la población que lleva rato de estar soñando con que las cosas iban a cambiar; que Guatemala tiene el sobrado derecho de optar a un mejor destino, como que ya es hora de mandar a los corruptos, a los narcotraficantes y politiqueros de siempre por la punta de un cuerno, para dejar trabajar tranquilamente a la gente honrada que, lo que busca afanosamente no son dádivas o privilegios sino apartarnos de tantos males que impiden lograr el tan ansiado progreso y desarrollo del país. ¿Será mucho pedir Presidente?

Yo entiendo, por ser chucho viejo y apaleado, que haya gente que sin mayor cultura o preparación profesional no busquen un trabajo honrado en donde puedan irse desarrollando progresivamente y que por ello, vivan empeñados en hacer gestiones o traficar influencias de todo tipo, aprovechándose de la asquerosa y cada vez más extensa corrupción que priva en el ambiente político guatemalteco pero eso, no lo contempló el presidente Giammattei en su plan de gobierno, el que desde el inicio del mismo publicó y explicó ampliamente. ¿O estoy equivocado?

Ahora bien, si modificar la ley de las “oenegés” va a permitir al gobierno y a los guatemaltecos en general traer más inversiones y consecuentemente más empleos y fuentes de producción, retrocedo en mi petición, pero, si se argumenta que algunas de estas entidades se han puesto a fastidiar con paros, huelgas o manifestaciones fuera de la ley, ¿por qué no ponerles las peras a cuatro para que se ciñan al cumplimiento de sus objetivos de acuerdo a la ley ya vigente? ¿Para qué existe entonces el Ministerio Público, no es para auxiliar a la administración pública en el cumplimiento de las leyes del país? Por favor presidente Giammattei, no vaya usted a frustrar de un plumazo las esperanzas de los guatemaltecos, pues lo que ya nos tocó pasar fue suficiente.

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