Fernando Mollinedo C.
El uso de internet le dio un giro trascendental al mundo de la información o comunicación, facilitando casi todas las acciones de comercio, trabajo y estudio; ahora, por medio de las redes sociales nos interconectamos con personas conocidas y desconocidas en cualquier parte del mundo y podemos expresarnos sin censura; aunque muchísimas personas hagan mal uso de estas poderosas herramientas.
He de suponer que, para la gran mayoría de la población, las redes sociales son una válvula de escape o desahogo por medio de los denominados memes, los cuales aluden de forma directa a los acontecimientos o conductas de las personas y en especial de las declaraciones inocentes, ingenuas, sarcásticas, estúpidas o premeditadas de los funcionarios gubernamentales.
Algunos de esos memes son en realidad geniales, manifiestan la inmensa capacidad de burlarnos del prójimo, de nuestras carencias y falencias; el meme como chiste es breve y conlleva una carga emocional de alegría, cólera, frustración, invitación o recordatorio a los días en que el alcoholismo parece ser una función obligatoria de los ciudadanos, como por ejemplo en las festividades nacionales y/o religiosas, Navidad, Semana Santa, cumpleaños y otras.
Nuestro escape a la problemática social no tiene límite. Uno tras otro viene el chiste y meme; es inútil pelear contra el sistema, por lo tanto, nos sentimos satisfechos con denunciarlo, burlándonos de cuánto presidente ladrón, embustero, ministro, diputado, alcaldes boxeadores, juez, policía o empleado del Estado comete alguna acción lesiva para el erario nacional o para los habitantes del país.
Para vengarnos de esas conductas oprobiosas, hacemos público el chiste que delata su carencia de idoneidad, honradez, seriedad, cultura, educación y conocimiento del cargo que desempeña. Veamos algunos ejemplos en retrospectiva: 1) capturar aviones de narcotraficantes con camiones viejos, 2) dormirse en un acto público y justificar que estaba analizando los problemas nacionales, 3) decir que la corrupción es normal en Guatemala, 4) ofrecer albañiles para construir un muro en Estados Unidos y otras estupideces más.
Cuando pasa el efecto del chiste nos preguntamos con seriedad lo siguiente: ¿Será objeto de risa la cauda de: a) asesinatos diarios, b) las violaciones sexuales a mujeres de toda edad, c) la pobreza extrema en que se encuentra una gran parte de la población; d) la falta de medicinas e insumos en los hospitales nacionales y dispensarios, e) la falta de control del transporte extraurbano de pasajeros, f) el alza de los productos de la canasta básica, g) el hueveo denominado “redondeo” que se aplica ilegalmente en los bancos y supermercados y h) el asalto que hacen los policías nacionales civiles a los migrantes que van de paso hacia el norte por este territorio.
Durante la administración del expresidente Jimmy Morales, se dio el regreso de la impunidad gubernamental, legislativa y judicial, se retrajo la inversión pública, hubo inestabilidad laboral, recortes de presupuesto, los expertos en el tema estiman que la recaudación fiscal caerá este año; entonces, ¿podemos hacer chiste sobre eso?