Roberto Arias
El recién estrenado presidente de la República, Alejandro Giammattei Falla, prometió durante su discurso de toma de posesión, el 14 de enero de 2020, que realizará la Comisión Presidencial Contra la Corrupción. Ofreció, con probabilidad, que el Acuerdo Gubernativo pertinente sería publicado en el Diario de Centro América la semana que hoy finaliza. Proporcionó algunos detalles sobre las funciones de la Comisión, particularmente mencionó que éstas no reñirán con las del Ministerio Público u otro ente.
El Gobierno suscribió ese mismo día un acuerdo de lucha contra la corrupción, con el Ministerio Público, la Contraloría General de Cuentas y la Procuraduría General de la Nación entre otras entidades, con la obvia intención de avanzar con la creación de la Comisión, como el segundo objetivo de su gobierno, según las propias palabras del Presidente.
Dijo literalmente durante su alocución que: “Hoy se escribe el punto y final de las prácticas corruptas. En los próximos días quedará instalada la Comisión Presidencial Contra la Corrupción, para que logremos aumentar los ingresos del Estado y la inversión pública para que nos haga más competitivos”. El señor Giammattei subrayó la importancia de combatir la corrupción y delitos arraigados en ciertas entidades del Gobierno. Una importante sección de la Comisión será la de Información Pública, que informará a la población sobre las acciones que ejecute la Comisión.
Giammattei acentuó que no es útil encarcelar a un corrupto porque llega otra persona a ocupar su lugar, lógicamente refiriéndose al gobierno que ahora él dirigirá.
El presidente Giammattei fue un poco más allá y amenazó literalmente a los corruptos de la siguiente manera: “Ahora quiero hablarle a los corruptos, ellos saben quiénes son, los que han sangrado al Estado guatemalteco. Hoy les digo: se acabó la fiesta y el despilfarro, se acabó la sobrevaloración de obras inexistentes pagadas como si las hubieran hecho, se acabó el contrabando y defraudación aduanera”.
El camino de Giammattei será cuesta arriba, porque en su primera alocución se hizo de compromisos serios ante la población de Guatemala y los que han hecho fortunas multimillonarias a raíz de los negocios con el Estado, seguramente ya tienen estructurada la forma de seguir drenando al país y al pueblo de Guatemala porque no se conformarán con perder privilegios y arruinar sus lucrativas actividades delincuenciales.
Esta será una batalla a muerte, en la cual perecerán delincuentes de toda laya, pero si esta batalla toma características de guerra, morirá muchísima gente inocente como ocurre en esos enfrentamientos entre dos facciones divergentes y con intereses macroscópicos. Pero veamos cuáles serán las acciones que tomará la Comisión y cómo se comportará el proyecto durante su ejecución.
La batalla contra la corrupción deberá llevar un contenido sólido de defensa y seguridad para los ciudadanos que estén alejados de la delincuencia… que es la mayoría de guatemaltecos.