Factor Méndez Doninelli
El doctor Alejandro Giammattei nuevo Presidente de Guatemala, asumió el cargo el l4 de los corrientes para un período de cuatro años 2020-2024. El nuevo mandatario de ideología conservadora, recibe un país devastado por la corrupción e impunidad que continúan imperando en el sector público y privado, siendo las causas principales del retroceso ocurrido en los últimos cuatro años durante la administración de Jimmy Morales, el peor presidente de la era posconflicto armado. Morales es el principal responsable de la regresión ocurrida y de bloquear la lucha anticorrupción que por más de una década encabezaron con éxito la Comisión Internacional Contra la Corrupción e Impunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público (MP).
Y lo que se había previsto ocurrió, 24 horas después que exdiputados y exfuncionarios del Gobierno de Morales dejaron los cargos y perdieron la inmunidad que los mismos les otorgaba, el Ministerio Público efectuó una serie de allanamientos para localizar y capturar a quienes tienen cuentas pendientes con la justicia. Pero… ¡Oh, sorpresa! La mayoría de los buscados no se encontraban en los lugares de residencia ni oficinas, por lo que las órdenes de captura resultaron inútiles, pues los presuntos responsables acusados de delitos, hoy son prófugos de la justicia. Tales son los casos del exdiputado, el kaibil del pundonoroso ejército nacional, Estuardo Galdámez o del exministro de Economía, Acisclo Valladares Urruela.
Sobre los mencionados y muchos más, hay órdenes de captura solicitadas por el Ministerio Público a través de la Fiscalía Especial contra la Corrupción e Impunidad (FECI), misma que, por cierto, se está debilitando por la renuncia de algunos Fiscales que argumentan “razones de seguridad”. También es probable, que se haya filtrado información sobre las capturas y por eso muchos se fueron a esconder y permanecen prófugos. ¿Dónde queda entonces el honor y la valentía que enseñan a los militares? ¿Qué teme el kaibil Galdámez que optó por evadir la justicia?
Otra muestra descarada de la corrupción imperante, fue el bochornoso espectáculo ofrecido por el Parlamento Centroamericano (Parlacen), presidido por el guatemalteco Alfonso Fuentes Soria, que en una maniobra de politiquería barata, para proteger al expresidente Jimmy Morales, convocó a los miembros del Parlacen para juramentar a Morales, hecho que ocurrió al filo de la medianoche del 14 de enero, refundidos en un hotel capitalino, después de una agitada jornada en la que las protestas sociales encabezadas por estudiantes de la Tricentenaria Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac), intentaron impedir que fuera juramentado para evitar que se blindara y así evadir las investigaciones y antejuicios que hay en su contra. Todos son coyotes de la misma loma, asquerosos, corruptos y ladrones que se tapan con la misma chamarra.
Así que, en tales condiciones Giammattei recibe un país dominado por las mafias, el crimen organizado, la corrupción y la impunidad. Un país en donde las élites económicas, el ejército nacional, la clase política corrupta, los empresarios, los grupos de testaferros y lacayunos seguirán haciendo de las suyas y cerrando al nuevo Presidente las posibilidades de actuar con autonomías y por el bien común.
Giammattei debe concentrarse en limpiar la casa e impulsar las áreas de educación, economía, seguridad, trabajo, salud e infraestructura.