Nuestras deficiencias en el Sistema de Justicia son enormes, pero se evidencian más con acciones como la que ayer permitió que un Juzgado que cubría vacaciones apresurara la audiencia para resolver la solicitud de Sandra Torres para beneficiarse con arresto domiciliario en vez de, como dice la caricatura de Prensa Libre, el arresto hospitalario que ha venido gozando a lo largo de estos últimos meses. Fijada la audiencia para resolver su solicitud de salir de prisión para el día 17 de enero por el Juzgado que conoce la causa, y que estuvo de vacaciones justamente hasta el día de ayer, se movieron los hilos adecuados para que un tribunal ajeno al proceso, en una audiencia exprés, decidiera dejarla en libertad.
Tan amañado estaba el asunto que no sólo los seguidores de Torres tenían preparados tuits para expresar su júbilo sino hasta llevaron gente a la Torre de Tribunales con abundantes cohetillos para celebrar lo que ya estaba debidamente apalabrado con una juzgadora que no sólo le abrió las puertas de la cárcel a la excandidata presidencial, sino que también abrió las puertas de la Corte Suprema de Justicia a cierto aspirante a magistrado que ahora gozará del apoyo irrestricto de la nutrida bancada de la UNE.
Si tanta razón había para liberar a Torres de la prisión preventiva no se ve por qué no se esperó a que el día 17 de enero se realizara la audiencia en el tribunal que conoce el caso y que tiene a la vista todas las pruebas y acciones procesales relacionadas. Obviamente se buscó una de las tantas maniobras legales que se dan en nuestro país. Las vacaciones de los tribunales han sido una especie de “aguinaldo” para muchos procesados porque mientras el juzgado de turno va a descanso, se pueden mover pitas en otros que, con cero escrúpulos, actúan descaradamente para beneficiar a los detenidos.
El tema del financiamiento electoral es visto a la ligera por alguna gente que no le asigna la importancia que tiene. Se trata del delito más grave en el campo político porque de allí arranca toda la perversión de nuestro sistema y la forma en que se produce la cooptación no sólo de un funcionario, sea presidente, diputado o alcalde, sino de la cooptación y captura del mismo Estado.
Y quienes participan en ese juego son personas, todas, con mucho poder que por lo tanto pueden influir en potenciales testigos para alterar pruebas o amedrentar a los que pueden aportarlas y por ello es tan grave lo ocurrido ayer.