Cartas del Lector

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Edgar Villanueva
edgarvcoluma@gmail.com

El 2019 ha sido un año que trajo consigo polarización y radicalización, situaciones sumamente dañinas para nuestra sociedad y para nuestra democracia. Grupos de interés jugaron sus cartas y se la jugaron con alianzas que generaron una presión negativa en el resto de la población, la cual, en su gran mayoría, solamente quiere un trabajo estable para proveer para los suyos y que éstos puedan caminar seguros por las calles. Sin embargo, no vale la pena volver a las cosas que nos dividieron sino enumerar aquellas que nos unen de manera positiva para cambiar nuestro país.

Como primer punto, considero que hay amplio consenso en que nuestro sistema político-electoral necesita de serias modificaciones. Yo diría que hay cuatro temas que escucho en diversos sectores como esenciales para reformar, estos son: fortalecer la independencia y profesionalización del TSE, transparentar y reglamentar adecuadamente los aportes y finanzas de los partidos políticos, darle mayor poder al ciudadano dentro de los partidos políticos y cambiar el sistema de votación por el de voto directo.

Al igual que el sistema electoral, noto que hay acuerdos para cambiar nuestras leyes de Servicio Civil y Contraloría General de Cuentas. De igual o mayor importancia es el consenso en los cambios necesarios en nuestro sistema judicial, como la separación de funciones administrativas y judiciales, la meritocracia en la carrera judicial y la simplificación de algunos temas dentro del proceso penal. Sin embargo, en las modificaciones al sistema penal, veo mucho mérito en la opinión de algunos juristas que dicen que algunos cambios no son necesarios, sino que es suficiente con que la ley se respete y se aplique tal y como está escrita.

En otro tema, todas las personas con las que interactúo hablan de infraestructura como algo dentro de las tres grandes prioridades que deben de tener las próximas autoridades y estoy de acuerdo con que así sea, especialmente carreteras. Para el efecto, también hay instrumentos legales que pueden ayudar a agilizar este proceso que serían de fácil impulso en el nuevo año. A estas leyes debe de ir aparejada aquella que reglamente el Convenio 169 de la OIT sobre el cual, curiosamente, se oponen algunos pseudo liderazgos indígenas.

A estos temas debemos de agregar uno muy importante: nuestro rol ciudadano en generar cambios positivos en el país. En mi opinión, aportamos cuando nos preocupamos de ejercer una ciudadanía responsable, respetando la Ley y el derecho del conciudadano. Asimismo, aportamos cuando nos involucramos en la formulación, discusión o implementación de instrumentos y políticas públicas que nos afectan, así como de aquellas instituciones que las dirigen y, por ende, nos impactan también. Involucrarnos en estos procesos garantiza también transparencia.

Pero lo más importante para el 2020 es que todos respondamos por nuestras obligaciones y que no toleremos que otros no cumplan con las de ellos. Asumamos nuestras responsabilidades como ciudadanos, y exijamos a los políticos e involucrémonos en el proceso. No dejemos en manos de otros el futuro que anhelamos.

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