Mariela Castañón

mcastanon@lahora.com.gt

Licenciada en Ciencias de la Comunicación, once años de ejercicio periodístico en la cobertura de niñez, juventud, violencias, género y policiales. Becaria de: Cosecha Roja, Red de Periodistas Judiciales de América Latina, Buenos Aires, Argentina (2017); Diplomado online El Periodista de la Era Digital como Agente y Líder de la Transformación Social, Tecnológico de Monterrey, México (2016); Programa para Periodistas Edward R. Murrow, Embajada de los Estados Unidos en Guatemala (2014). Premio Nacional de Periodismo (2017) por mejor cobertura diaria, Instituto de Previsión Social del Periodista (IPSP). Reconocimiento por la "cobertura humana en temas dramáticos", Asociación de Periodistas de Guatemala (2017). Primer lugar en el concurso Periodístico “Prevención del Embarazo no Planificado en Adolescentes”, otorgado por la Asociación Pasmo, Proyecto USAID (2013).

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Mariela Castañón
mcastanon@lahora.com.gt

El próximo 31 de diciembre cerrará The Newseum (el Museo de la Noticia) ubicado en Washington, Estados Unidos, el cual era un espacio agradable y de aprendizaje para periodistas y estudiantes de esta carrera.

Es triste conocer esta información porque de alguna manera coincide con el cierre de un ciclo en el periodismo en general. Ahora las redes sociales son las que predominan y muchas veces, si no se es cuidadoso, esto da pauta a cometer errores y desinformar.

Los tiempos han cambiado, así como la forma de hacer periodismo y es necesario adaptarse a los nuevos desafíos, sin embargo, admito que antes el trabajo era más riguroso y exigente, porque no existía WhatsApp por ejemplo, ni Twitter y otras redes sociales tenían tanto impacto, ahora ahí se conocen denuncias públicas, por lo que corresponde intervenir responsablemente y confirmar la veracidad de lo que se transmite.

Hay otros aspectos que preocupan, por ejemplo, los despidos masivos de periodistas, cierres de medios y otras situaciones que nos hacen reflexionar sobre el rumbo que tomará el periodismo, periodistas y las nuevas técnicas para realizar este trabajo.

A esto se suma, las críticas y cuestionamientos de funcionarios y jefes de Estado, al papel del periodismo y cómo se buscan mecanismos para desprestigiar el trabajo cuando se fiscaliza la forma de administrar el poder y los recursos de la población, por ejemplo, repitiendo que lo publicado es fake news.

Hace poco hablaba con un colega que trabaja en un medio de comunicación en Estados Unidos y me expresaba su preocupación precisamente sobre cómo quedan menos espacios para el periodismo, pues ahora las redes sociales, los blogueros y youtubers tomaron los espacios que antes tenían periodistas profesionales y sensibilizados en ciertos temas.

No digo que estos grupos y la tecnología sean malos, es solo que preocupa mucho saber sobre cuál será el futuro del periodismo y de las personas que amamos y respetamos este trabajo que requiere de muchos elementos y que va más allá de la mediatización de un caso, o incluso de la mediatización del mismo emisor del mensaje, sino de la entrega y la conciencia de dar un material digno de leer, escuchar o ver a la población.

En el 2014 tuve la oportunidad de conocer The Newseum, en el marco de la Beca Edward R. Murrow, que me concedió la Embajada de Estados Unidos en Guatemala, por un análisis de mi trabajo periodístico y a través de un proceso de selección con otros candidatos.

Recuerdo ese hermoso lugar, lleno de portadas de periódicos de eventos relevantes, de espacios destinados a periodistas sobresalientes y otros valientes que murieron por informar, entre tanto material importante en el que se podía destinar horas de tiempo sin darse cuenta.

Es triste conocer sobre el cierre de Newseum, ojalá este proyecto pueda replantearse más adelante para seguir acerándonos al periodismo.

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