Félix Loarca Guzmán

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Félix Loarca Guzmán

En medio de la euforia de las fiestas características de este mes, previo a la llegada de la Noche Buena, la Navidad y el Año Nuevo, muchas personas pierden el control de sus gastos familiares.

Coincidentemente, los precios de diversos productos de consumo diario como las frutas y las verduras, así como los huevos, están por las nubes, mientras la moneda nacional ha perdido buena parte de su poder adquisitivo. A todo ello también se agrega un sutil, pero progresivo aumento en las tarifas del servicio eléctrico.

Como guinda en el pastel, en la ciudad de Guatemala, la Empresa Municipal de Agua (Empagua), prosigue con la treta de cobrar consumos estimados, lo que significa un incremento solapado de las tarifas con grave perjuicio para los bolsillos de los vecinos que ya no dan para más.

La DIACO, que es la entidad del Ministerio de Economía encargada de vigilar que no se cometan abusos contra los consumidores, es muy deficiente y burocrática.

En este momento en que muchos trabajadores ya recibieron el aguinaldo anual, se impone una política de prudencia financiera para atenuar la corriente consumista alentada por el nutrido bombardeo publicitario a través de los diferentes medios de comunicación.

El alza de los precios y de las tarifas de los servicios esenciales como los de la luz eléctrica y el agua potable, está resultando devastadora para el presupuesto de las personas de modestos ingresos, pues podrían poner en riesgo sus planes para la cuesta de enero del nuevo año, mes que se distingue por los gastos del retorno de los educandos a las escuelas, colegios y centros de enseñanza superior.

También es aconsejable una actitud de prudencia con la utilización de las tarjetas de crédito, pues de lo contrario se contraerán deudas innecesarias, con el consiguiente pago de intereses. Hay que saber utilizar esas tarjetas, mejor como medios de pago y no como vehículos de crédito, para hacer frente a la política de voracidad de numerosos comerciantes, que literalmente están ahorcando al pueblo con precios sin control, y la promoción de ofertas engañosas, en el marco de una total impunidad.

Por otra parte, es lamentable que no se haya prorrogado por algunos meses, el respectivo contrato con la empresa Maycom que desde hace años viene prestando con eficiencia el servicio de extensión de las licencias de conducir vehículos, ya que ello ha provocado la preocupación de numerosas personas que afrontan el problema del vencimiento de su respectivo documento en las primeras semanas del nuevo año.

El error administrativo que se atribuye a la empresa al presentar su oferta en la respectiva licitación en la cual fue la única participante, podría ser enmendado si hubiera voluntad de evitarle angustias a los guatemaltecos, especialmente en estos días de la época de Navidad, pues muchos para no quedar sin el correspondiente documento, han tenido que formar largas colas que en tiempo normal no se producen.
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