Francisco Cáceres

caceresfra@gmail.com

Nació en Guatemala el 19 de Julio de 1938; tiene estudios universitarios y técnicos en ciencias jurídicas y sociales, administración empresarial, pública, finanzas, comunicación, mercadeo y publicidad. Empresario, directivo, consejero y ejecutivo en diversas entidades industriales, comerciales y de servicio a la comunidad. Por más de 28 años consecutivos ha sido columnista en este medio.

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Francisco Cáceres Barrios
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Así como hemos criticado al gobierno de Jimmy Morales por tantas desacertadas decisiones tomadas desde que asumió la Presidencia, también tenemos que reconocerle que supo tomarle la medida exacta a la negligencia, indiferencia o pobre actitud de la mayoría de la población guatemalteca, a la que poco o nada le importa lo que hagan los gobernantes por más desbocados y cínicos que sean para hacerse de millonarios recursos, media vez no le toquen directamente el bolsillo, aunque cada maniobra que se haga en el manejo de los recursos del Estado, quiérase o no, representa menoscabo a la disponibilidad que se pueda tener para los servicios esenciales que buscan el bien común. De ahí surgió la necesidad de buscar afanosamente la mínima causa para no adjudicar la licitación a Maycom para que continuara elaborando las licencias de conducir vehículos o que, para poder comprar los tan mentados avioncitos argentinos Pampa III, ahora sí estén utilizando el procedimiento de acudir al Congreso para que le apruebe un convenio de cooperación entre Guatemala y Argentina para el suministro de “un sistema de defensa aérea para el resguardo de la soberanía e integridad de nuestro territorio”.

¿Cuánto le va a costar a los gestores lograr esta aprobación? Pues falta saber a cuánto va a llegar la suma que los intermediarios van a exigir a cambio de la aprobación de dicha iniciativa, aunque bien sabemos que el costo de los avioncitos da suficiente margen para “salpicar” a todos los interesados en incrementar sus arcas cuando ya van de partida, porque el voto popular les negó continuar gozando de las mieles del poder legislativo, en donde sus integrantes se dan la grande sin necesidad de hacer mucho esfuerzo. En fin, todos aquellos que siguen haciendo preguntas, como la del porqué comprarle a Argentina aviones de este tipo y no a los Estados Unidos o cualquier otro país fabricante que muy bien pueden brindar mucho mejor garantía, servicio y confiabilidad a sus productos, tendrán que seguir soñando en que nuestros gobiernos no son corruptos y que les preocupa, no el cobro de comisiones, sino la amistad, solidaridad y cooperación con el país sureño y también poder luchar denodadamente contra el narcotráfico y de paso, defender la soberanía de nuestro territorio.

A todo esto, muchos son los paisanos que se están preguntando ¿qué dirá el presidente electo del afán de su antecesor por comprar a troche y moche un par de avioncitos? Algunos hasta se atreven a asegurar que es tomando posesión y mandará por la punta de un cuerno semejante triquiñuela pero, ya hay otros, bastantes por cierto, que aseguran que seguirá la misma flor floreada, pues como dice el refrán “cada loco con su tema” pues sigue en pie de lucha la posibilidad para que Su Muni trastoque sus elementales funciones de brindar a sus vecinos agua potable, drenajes, urbanismo, limpieza y demás elementales servicios públicos para también entretenerse con aeropuertos y sus avioncitos.

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