Ricardo Rosales Román

(Con ocasión, el 28 de septiembre recién pasado, de los 70 años de la fundación del Partido Guatemalteco del Trabajo -PGT-, a continuación se presentan fragmentos de una entrevista realizada a Ricardo Rosales Román, Carlos Gonzáles, por Édgar Paz, exmilitante del partido).

Tras el avance de la invasión mercenaria, dirigida por la CIA y Carlos Castillo Armas, la noche del 27 de junio de 1954, el presidente Árbenz renunció. El Partido Guatemalteco del Trabajo fue de las organizaciones políticas constituidas que buscó defender al presidente Árbenz y a la Revolución. Fue gracias a su tenacidad que se constituyeron contingentes de defensa de la revolución en la ciudad y el campo. Fue la organización que estuvo convencida de la capacidad del pueblo para derrotar a los mercenarios. Si no se logró, fue por la traición de los militares reaccionarios y la confianza que Árbenz mostró en el coronel Carlos Enrique Díaz, quien no estuvo a la altura de las circunstancias.

Por otro lado, no se puede dejar de decir que el PGT había tenido problemas internos en este período. Uno de ellos fue el de la dirección principal del Comité Central. La dirección colegiada del partido se percató de que el entonces secretario general del Comité Central, José Manuel Fortuny, no estaba en condiciones de dirigir al partido y abocarse a las tareas de defender las conquistas de la revolución y al presidente Árbenz.

En una reunión del Comité Central del partido celebrada en marzo de 1954, Fortuny fue relevado de su cargo como Secretario General. La decisión en torno a la salida de Fortuny como Secretario General del PGT se dio a conocer públicamente al día siguiente de que fue tomada. En la dirección del partido fue nombrado Bernardo Alvarado Monzón.

La decisión adoptada por la dirección de destituir a José Manuel Fortuny y la manera de hacerla pública, fue crítica y autocríticamente analizada en el Tercer Congreso del Partido. En ese cónclave se dieron a conocer las razones por las que fue relevado Fortuny. En primer lugar, se dio a conocer que durante su período como Secretario General, pretendió imponer una dirección unipersonal, contraria con los propios Estatutos del partido. Además, en ese período –y debido a su cercanía y amistad con el presidente Árbenz–, influyó en decisiones con las cuales la dirección del partido no estaba de acuerdo. Incluso, ya no siendo dirigente del PGT, se dice que Fortuny no sólo apoyó la decisión de Árbenz de renunciar (con lo cual el partido nunca estuvo de acuerdo), sino que fue él quien redactó la carta de renuncia.

Todavía antes de la renuncia de Árbenz, el momento era crítico, complejo y difícil. Sin embargo, en esos días previos a su caída, el propio presidente logró impulsar la constitución del Frente Democrático Nacional, conformado por los partidos de la revolución, el Frente Popular Libertador, el Partido Renovación Nacional, el Partido de Acción Revolucionaria (PAR) y el Partido Guatemalteco del Trabajo (PGT). La tarea principal del FDN era ir trazando las líneas de defensa de la Revolución y la continuidad de las conquistas revolucionarias.

Por lo que ya queda dicho, la traición de los militares echó por tierra todo aquello que bien pudo hacerse, en tanto que detrás de Árbenz estaba el apoyo de la clase obrera, de los campesinos, de los estudiantes, de los jóvenes, de las mujeres y de sectores importantes democráticos y progresistas del Ejército guatemalteco.

Cartas del Lector

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