Por Jorge Santos
Estos últimos días la sociedad guatemalteca hemos podido asistir a la entrega de reconocimientos a una diversidad de actores importantes en la vida nacional, algunos de estos reconocimientos y de quienes los recibieron son y han sido dignos y dignas representantes de las aspiraciones más justas de la población, pero otros han sido la demostración de agradecimiento a la corrupción, impunidad, violencia y el empobrecimiento de millones de guatemaltecos.
Empezaremos por describir el reconocimiento otorgado por los expresidentes del CACIF, al nuncio apostólico, Nicolás Thevenin. El CACIF le entregó la orden “Roberto Herrera Ibargüen”, que se otorga a “quienes han contribuido a mejorar la imagen de Guatemala”. Dos valoraciones simples que nos dan cuenta de los valores existentes detrás de este reconocimiento y de quien lo recibe. Por un lado, el CACIF a lo largo de su existencia, ha sido el cuerpo empresarial, que como ha sido demostrado, ha cooptado el Estado para garantizar la consecución de sus espurios intereses. Por otro lado, al nombrar el reconocimiento con el nombre de Herrera Ibargüen se está legitimando a un personaje miembro del Partido Político de la violencia Organizada, el MLN y se legitima a quien tenía graves acusaciones de apoyar los escuadrones de la muerte. Por su parte, el Embajador del Vaticano, el Nuncio Apostólico Nicolás Thevenin es y ha sido un importante aliado del Pacto de Corruptos y un importante legitimador de delincuentes de la altura de Jimmy Morales y Álvaro Arzú, por ejemplo.
Días después el STEG liderado por Joviel Acevedo, entregó un reconocimiento a Jimmy Morales y Jafeth Cabrera al declarados como “amigos de la educación”. Joviel y un grupo del STEG han protagonizado una serie de sucias negociaciones con diferentes gobiernos de turno. Estas negociaciones han procurado a la fecha mayores niveles de deterioro de la Educación Pública. Pero también quienes reciben este reconocimiento, pasaran a la historia como uno de los peores presidentes y vicepresidentes, por su entrega del país a la corrupción y la impunidad.
Sin embargo, es importante señalar que actores sociales y del sistema de justicia también fueron reconocidos por su labor a favor de la población, la justicia, los derechos humanos y la defensa de la vida digna. Juan Francisco Sandoval, Erika Aifán, la Asociación de Jueces por la Integridad (AGIJ), Helen Mack Chang, al Diario La Hora y el Grupo Ecuménico Centinelas fueron dignamente reconocidos por su trayectorias y aportes al país. Tanto el Procurador de los Derechos Humanos, la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala y la Alianza por las Reformas han sido quienes dan el crédito a estos dignos representantes del Pueblo guatemalteco. Pero también los reconocimientos son el símbolo de honestidad, profesionalismo y dignidad, al nombrarlos con la historia y antecedentes de Monseñor Juan José Gerardi o Jorge Mario García Laguardia se les impone a dichos reconocimientos y a quienes les reciben el peso de estos valores. Desde este espacio, hacemos votos porque esta lucha se fortalezca y amplíe aún más su horizonte.