Aunque la frase no fue escrita por Nicolás Maquiavelo, a él se le atribuye la expresión de que el fin justifica los medios que tiene una profunda connotación en el campo de la ética pues justifica que para alcanzar algo bueno se pueden utilizar medios cuestionables y eso pareciera ser lo que está ocurriendo ahora en el entorno del presidente electo de Guatemala, Alejandro Giammattei, en el sentido de negociar la aprobación de un Presupuesto ajustado a las necesidades del nuevo gobierno, aunque para ello tenga que prometer una especie de adopción de los diputados, no solo de los que seguirán en el Congreso en la nueva legislatura, sino también de aquellos que fueron repudiados por los electores y no fueron reelectos, luego de que a todos ellos les garantizó que no se quedarán huérfanos.
Y es que de no aprobarse el Presupuesto y tener que trabajar con el actual habría serias complicaciones y las modificaciones tomarían tiempo, además del costo que significa atender y satisfacer las exigencias de los diputados. Pero el ofrecimiento de que no se quedarán huérfanos es terrible para un país que, según todas las encuestas, considera a éste como el peor Congreso de su historia sin que reciba aprobación de los ciudadanos.
Y es que no dejar huérfanos a los que se dicen padres de la patria es un camino equivocado porque significa la consagración del latrocinio como herramienta de la política. Obviamente este Congreso no aprobaría un Presupuesto al gusto del doctor Giammattei de gratis y eso significa que el costo se le traslada al pueblo de Guatemala que tendrá que sufragar no solo el costo directo de cada voto, sino, además los negocios y prebendas que se asegurarán los representantes para su propio beneficio, tal y como habían pactado ya con la Comisión de Finanzas.
El equipo de comunicación del doctor Giammattei dice que el audio que circuló en redes sociales “fue manipulado”, agregando que la reunión duró mucho más tiempo mientras que el audio es apenas de un par de minutos y la intervención del presidente electo dura unos cuantos segundos. Pero hay que reconocer que quienes hayan editado el audio escogieron lo crucial, porque ese compromiso presidencial de no dejar huérfanos a los diputados es patético y hasta trágico, especialmente en aquellos casos en los que la población decidió no reelegir a sus representantes.
No quedar huérfanos significa tener un padre protector, un padre que se preocupa por sus hijos y ese es el papel que Giammattei garantizó a la bazofia.