Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
El martes Álvaro Arzú Escobar recurrió a tuiter para criticar lo que según él es un mal uso de mujeres y niños y exigió a la Procuraduría General de la Nación que levantara un acta para hacer constar los riesgos.
Se le olvidó decir al Presidente del Legislativo que en el presupuesto que impulsa junto a la bola de mañosos, se reduce la inversión en la niñez al extremo que algunos han levantado la voz porque los casos de desnutrición (que a ellos les sirven para rasgarse las vestiduras) pueden llegar a aumentar dado que en su soñado presupuesto, vale gorro la niñez más vulnerable del país.
Digo que es un presupuesto de la vergüenza porque inflan una recaudación tributaria, cuya meta es de Disneylandia, lo que ocasionará que recurramos a más deuda para financiarlo. Recurrir a deuda no es necesariamente malo, pero se convierte en grave cuando la misma no sirve para inversión y se utiliza para pagar funcionamiento y peor aún, cuando es el medio para satisfacer la pachanga.
Se reduce la inversión social, cuando el gran lastre de nuestro desarrollo es la falta de inversión en la gente para que podamos tener personas más preparadas que sean la legión que en el futuro operaría las plantas o debería de llenar las plazas de trabajo de mano de obra calificada. Hablan de crecimiento económico pero no toman decisiones que nos pueden ayudar en el corto, mediano y largo plazo.
Se cargan la reforma policial, socavan cambios en infraestructura en presidios (al fin y al cabo sus presos están de chonga en el cooptado Sistema Penitenciario del país) y le dan 42% menos a la Academia, según datos de Nineth Montenegro.
Se reporta un 48% por ciento menos para el combate al narcotráfico (los efectos de la gallina con loroco), Q134 millones menos a la PNC. Según Montenegro, hay un 98% menos en innovación tecnológica relacionada a la educación, 70% menos en provisión de textos escolares, Q404 millones menos para Preprimaria y Q196 millones menos a Primaria Q168 millones menos en Diversificado y Q163 millones menos en Básico. Unas bellezas los nenes.
En salud, informa Montenegro, Q340 millones menos en la compra de medicamentos (que algunos tanto añoran por reventar de nuevo la piñata de la corrupción), Q28 millones menos en la prevención de la desnutrición.
Q388 millones menos a la SAT, Q25 millones menos a la PDH, Q200 millones menos a la Usac y al OJ (aunque tras lo visto, seguro ya pactaron impunidad de ministros y diputados). El Listado Geográfico de Obras sigue siendo una enorme fuente de corrupción, sin contar los Q900 millones de la entidad liquidadora de Fonapaz que serán otra alegre fiesta.
Montenegro sella su oposición con los Q150 millones para 28 ONG que, aunque tanto se oponen a ellas, ahora recurren para agenciarse de fondos que les sirvan para financiar su corrupción e impunidad. Dice la diputada que 5 de esas ONG no tienen ni NIT, lo que se traduce en que corren para agenciarse de los fondos de forma burda y descarada.
Bueno está que este sea el legado de los que mandan en este Congreso, porque así merecen ser recordados, dando la misma vergüenza que causa este asqueroso presupuesto.