Félix Loarca Guzmán
El 10 de noviembre en curso, se produjo un golpe de Estado de extrema derecha fraguado desde el norte del continente, que derrocó al Gobierno de Bolivia encabezado por el líder indígena Evo Morales Ayma, hecho que nuevamente puso al descubierto la purulencia de la democracia del sistema capitalista.
A pesar del impresionante respaldo de los sectores populares hacia el presidente Evo, los golpistas se impusieron como consecuencia de la traición de los principales comandantes del Ejército y la policía a su Presidente, a quien obligaron a renunciar.
Lo acontecido en Bolivia hizo recordar el golpe de Estado de 1954 contra el Presidente Constitucional de Guatemala, Coronel Jacobo Árbenz Guzmán, que igualmente fue derribado a raíz de la traición de los principales jefes del Ejército.
Si alguien tiene duda sobre ello, puede consultar numerosos libros, entre ellos el último que recientemente salió a la circulación con el título de Tiempos Recios. Es una historia escrita por el famoso literato peruano y Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, un autor de la extrema derecha, quien resalta que el golpe militar contra el gobierno de Árbenz fue auspiciado por Estados Unidos a través de la CIA.
Este libro que funde la realidad con varias ficciones, señala que detrás del golpe materializado con una invasión de mercenarios pagados por Estados Unidos, existió una mentira que pasó por verdad: Que el presidente Árbenz era comunista cuando en realidad no lo era.
En el tema de Bolivia también se acudió a la mentira de un supuesto fraude en las elecciones del pasado 20 de octubre, para favorecer la reelección del Presidente. Uno de los principales elementos para fortalecer esta mentira, fue la OEA, entidad sumamente desprestigiada que sirve a los intereses imperiales del norte.
En los dos escenarios, el de Guatemala y el de Bolivia, se recurrió a la manipulación como el instrumento principal para dominar la mente de las personas. Vargas Llosa señala que el genio de las Relaciones Públicas, Edward L. Bernays, perteneciente a una familia de emigrantes judíos y sobrino de Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, fue el autor de la mentira del comunismo en Guatemala, que constituyó la columna vertebral para derribar al gobierno de Árbenz.
Según Vargas Llosa, Bernays consideraba que quienes manipulan de manera inteligente el desconocido mecanismo de los hábitos y las opiniones de las masas, constituyen un gobierno invisible que es el verdadero poder en nuestros países.
En el caso de Bolivia, se produjo un ambiente de violencia muy preocupante con el saldo de muertos, heridos y cuantiosos daños materiales. Evo renunció como se lo exigían los militares, creyendo que con ello podía contribuir al logro de la paz y la concordia. Sin embargo, ello no fue así. Hoy Bolivia es un país sumergido en un tremendo caos, en el cual los militares y la policía están reprimiendo al pueblo con extrema violencia, porque rechaza el golpe y exige el retorno de la democracia.