El asalto a la Procuraduría de Derechos Humanos que intentan varios diputados al Congreso es un serio ataque a la institucionalidad del país, aunque en el esfuerzo se usen argumentos tan poco serios como afirmar que el PDH no ha hecho nada para erradicar la desnutrición del país. Ciertamente ese flagelo social (la desnutrición) es una evidencia de lo poco que importan los derechos humanos en nuestro país, porque si ni siquiera podemos garantizar a los niños el elemental derecho a nutrirse, qué podemos esperar.

Al Procurador de los Derechos Humanos le corresponde denunciar, como lo ha hecho, esa situación lamentable que afecta a más de la mitad de nuestros niños, quienes no se pueden formar plenamente por la falta de alimentos que permitan un desarrollo integral. Pero erradicar la desnutrición no es la tarea del PDH, sino que es función que le corresponde al gobierno que tiene, inclusive, asignaciones presupuestarias para realizar esa función que no se llega a ejecutar por desidia y porque en eso no hay esos chorros de dinero de corrupción que se pueden obtener en otras labores del Ejecutivo.

Sostenemos que en un país donde hay tanto descuido y desinterés por el tema de los derechos humanos, que ni siquiera es comprendido a cabalidad por una muy buena parte de la población, las funciones del PDH se convierten en inagotables porque es demasiado lo que hay que hacer, empezando por educar a los mismos funcionarios nombrados y electos, sobre lo que son sus deberes y obligaciones en ese sensitivo tema.

Lo confirma la forma en que, para destituir a Jordán Rodas, los diputados abordan la temática de los derechos humanos, con total desconocimiento e irresponsabilidad. Qué podemos esperar de aquella gente que se deja influenciar y adquiere su “conocimiento” en las cuentas de redes sociales del net centers financiados para agudizar la polarización en el país. Es una cuestión demasiado importante como para que dejemos que sean los diputados quienes marquen el tono de un debate serio sobre el papel del Procurador de los Derechos Humanos en un país en donde se sigue con la vieja cantaleta de que ese asunto es tema de una izquierda desfasada. Todavía hay quienes repiten la frase luquista de que más que derechos humanos eran los izquierdos humanos los que preocupaban a los que hablaban del tema.

La superficialidad del debate iniciado en el Congreso, y que contó con el expreso apoyo del Presidente de ese Organismo, queda clara con ese reclamo contra el PDH por “no haber erradicado la desnutrición”.

Redacción La Hora

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