Félix Loarca Guzmán
Desde su ordenación como Sacerdote Católico el 27 de junio de 1971, el actual Obispo de Huehuetenango, Doctor en Derecho Canónico, Álvaro Ramazzini, quien el pasado 5 de octubre en curso recibió en el Vaticano el respectivo Capelo que lo identifica como nuevo Cardenal, ha destacado por su infatigable lucha a favor de la justicia social.
Siempre ha sobresalido por su postura a favor de los pobres, de los niños, de los jóvenes, de los campesinos y los migrantes, así como por su firme actitud en contra de algunas empresas multinacionales que con su desmedido afán de aumentar su riqueza y el “gancho” de cumplir con el pago de sus obligaciones fiscales, así como con la erogación de las respectivas regalías, logran establecerse en Guatemala dedicándose al lucrativo negocio de la explotación minera, con gran daño a la naturaleza y a la salud de los habitantes.
En ese contexto, el hoy Cardenal Álvaro Ramazzini, no da tregua a su postura como defensor de los recursos naturales, enarbolando la bandera de que “No somos dueños de la naturaleza, sino sus cuidadores”.
Por todo ello, no es aventurado afirmar que este religioso de 72 años de edad, ha dedicado gran parte de su vida a la defensa de los derechos humanos, lo cual es reconocido no solo a nivel interno, sino también en el ámbito internacional, pues por ejemplo la prestigiada emisora alemana “Deutsche Welle” (DW), en un comentario reciente, se refirió ampliamente a este aspecto.
El Cardenal Ramazzini también aboga por los jóvenes, los migrantes, y en general por los más necesitados. Otra de sus preocupaciones tiene que ver con la situación de los privados de libertad en las cárceles del país, con el convencimiento que es impostergable el impulso de una reforma del sistema penitenciario, promoviendo un proceso de rehabilitación y reintegración a la sociedad.
Desde el momento de recibir el respectivo birrete cardenalicio, el padre Ramazzini se convirtió en la más alta autoridad en la Iglesia de Guatemala.
En sus primeras homilías, luego de su retorno de Roma, el Cardenal ofició dos de las principales misas en la Iglesia de Santo Domingo y en la Santa Catedral Metropolitana de Guatemala, abogando por los niños, especialmente los que sufren el flagelo de la desnutrición.
El nuevo Cardenal, no oculta su preocupación por el fenómeno de la polarización de la sociedad, y en ese sentido considera que el diálogo es una herramienta fundamental para fomentar el Encuentro entre todos los sectores.
Estimo que el Cardenal Ramazzini, a corto plazo podría ser designado como nuevo Arzobispo Metropolitano de Guatemala.
Sin duda, la permanente defensa de los derechos humanos que ha caracterizado buena parte de su vida como Sacerdote, no sólo le ha generado muchas simpatías, sino también las críticas destempladas de algunos que se resisten al pago de salarios justos y a quienes no les importa destruir los recursos naturales, para satisfacer su exagerada ambición de lucro.
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