Marco Trejo
Mientras el Gobierno de turno deje que muchos sectores hagan lo que les viene en gana, va reinar la anarquía, el desorden y el descontrol en la sociedad guatemalteca, la gente, los sindicalistas, incluso poblados enteros hacen lo que se les antoja, sin respetar las normas y las leyes vigentes, que todo ciudadano tiene la obligación de cumplir como parte del diario vivir.
Muchas personas no respetan ni la luz roja de un semáforo, los motoristas circulan entre carriles exponiendo sus vidas, los pilotos de transporte colectivo y pesado circulan a excesiva velocidad y convierten los autobuses en féretros ambulantes, los sindicalistas violentan el derecho de locomoción como medida de presión para lograr supuestas mejoras para la clase laboral y poblados enteros no dejan ingresar a la autoridad o se matan entre sí por diferendos limítrofes de sus comunidades.
Esto no es posible que siga suscitándose en una sociedad que habla de democracia, a los gobernantes les importa un comino este tipo de problemas y solamente se interesan en trabajar o legislar en favor de sus bolsillos, aprovechándose de que son los administradores del erario nacional.
Esto debe cambiar no podemos seguir viviendo de esta manera, al recién Gobierno electo no le queda de otra que asumir la responsabilidad de corregir muchas cosas que están a la deriva en nuestra sociedad y que nos afecta a todos en algún momento del diario vivir.
Se habla de que vamos directo a convertirnos en un Estado fallido, todos los sectores debemos colaborar para que esto no suceda y debemos de dejar esa lucha de ideologías que no nos han llevado a nada antes y después de la firma de los Acuerdos de Paz, que por cierto ya son más de 20 años.
Pero si a todos estos hechos sociales les agregamos aquellos donde más de algún empresario se aprovecha de su negocio y afecta al consumidor o bien ofrece un servicio esencial y no lo da a cabalidad, entonces caemos en una situación que no tiene ni principio ni fin para nadie.
Nos convertimos en un círculo vicioso que no permite que la gente sobresalga y que no logre sumergir del hoyo donde se encuentra, aquel se aprovecha de aquel otro y este empieza aprovecharse del otro, entonces nadie sale de ese enredo en el que nos deja el actual Gobierno, que para alegría de muchos termina el próximo 14 de enero de 2020.
Los próximos gobernantes tienen que llegar con la mente clara y puesta en que deben trabajar por una nueva Guatemala, en caso contrario caeremos en un hoyo donde nos costará mucho salir avante, han tenido cinco meses, desde que ganaron las Elecciones Generales, para armar un plan y equipo de trabajo que pueda iniciar las bases para salir adelante, no hay fuentes de trabajo, la economía esta golpeada, las entidades de Gobierno debilitadas y muchas personas muriendo de hambre. Se habla de que cada día fallecen dos niños por desnutrición, siendo un país agrícola que genera su propia comida.
Recientemente hemos visto la aplicación de dos estados de Sitio, en siete departamentos y 23 municipios, donde los pobladores son los que mandan y viven bajo la ley de la selva. Allí el que manda es el más fuerte y poderoso, no existe autoridad la cual ha sido dejada en manos de grupos aprovechados que se benefician de la ausencia del Estado.
He escuchado que en los poblados fronterizos la situación es mucho más delicada, allí los que mandan son los contrabandistas de mercadería y de personas, un delito que ha proliferado en muchos lugares y que convierte a los que dirigen estos grupos en los caciques del lugar, incluso comparados con los capos de los cárteles de la droga.
Entonces el reto es muy grande para el recién electo gobernante, Alejandro Giammattei, quien tendrá en sus manos la decisión del futuro de este país y espero que cumpla con lo que dijo que no quiere ser recordado como un político…ya todos conocen lo que sigue.