Carlos Figueroa

carlosfigueroaibarra@gmail.com

Doctor en Sociología. Investigador Nacional Nivel II del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México. Profesor Investigador de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Profesor Emérito de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales sede Guatemala. Doctor Honoris Causa por la Universidad de San Carlos. Autor de varios libros y artículos especializados en materia de sociología política, sociología de la violencia y procesos políticos latinoamericanos.

post author

Carlos Figueroa Ibarra

La ultraderecha ha tenido recientemente dos victorias en Guatemala: el triunfo de Giammattei y la defenestración de la CICIG. Lo bueno de esto, es que, ensoberbecido el extremismo reaccionario, ha difundido ampliamente las ideas que lo animan. Es posible entender el imaginario ultraderechista y reconstruir su decálogo. Aquí les va:

1. El gran problema de Guatemala ha sido el defenderse de la invasión comunista en el país. Arévalo, Árbenz y la guerrilla querían el comunismo. Pero también los socialdemócratas Manuel Colom Argueta y Alberto Fuentes Mohr. No olvidemos al exembajador estadounidense Todd Robinson, a la CICIG y a Thelma Aldana. Ya entrados en gastos, hasta Sandra Torres.

2. La reforma agraria, la reforma tributaria y el alza salarial son políticas comunistas. Todo el que hable de oligarquía y reformas es un mal guatemalteco que quiere fomentar la lucha de clases y la división de la patria.

3. El comunismo es una doctrina que busca acabar con la creencia en Dios, Patria y Libertad. También con la familia. Son ideas exóticas que quieren volver a Guatemala otra Cuba (antes) u otra Venezuela (ahora). Es una exageración eso de que los comunistas se comían a los niños, pero es cierto que querían entregárselos al Estado.

4. El comunismo ha tenido diversas maneras de encubrirse para lograr sus aviesos fines: la democracia cristiana, la socialdemocracia, el populismo, la teología de la liberación, el feminismo.

5. La única manera de sacar adelante a este país es con un hombre de mano dura (Ubico o Ríos Montt) que ponga en cintura a comunistas, compañeros de ruta o tontos útiles. Eso incluye su eliminación física a través de asesinatos, desapariciones forzadas o masacres. A veces hay que hacer todo esto para defender la libertad.

6. Los indios no deben gobernar este país. El día que un indio gobierne a Guatemala, sería preferible irse del país. Ni indios (racismo), ni pobres (aporofobia), ni el pueblo en general (demofobia) están capacitados para gobernar.

7. Los indios son haraganes e hipócritas, para ellos solamente hay un remedio: el látigo. Esto no hay que decirlo en público porque luego vienen los de los derechos humanos a hacer bochinche.

8. Dios creó al hombre y a la mujer. La ideología de género quiere cambiar el orden natural de las cosas, dice que hay muchos géneros (lesbianas, gais, trans, travestis etc.,). Esto no es más que una prolongación del marxismo que busca destruir a la familia y a la sociedad. No hay que olvidar que homosexualidad y lesbianismo se curan.

9. Así como antes se resolvieron las cosas con el lema de “comunista visto, comunista muerto”, ahora hay que aplicarlo a los delincuentes. Para resolver la delincuencia no queda sino “la limpieza social”. El que es delincuente es porque quiere serlo o porque ya lo trae de nacimiento.

10 . El pobre es pobre porque quiere, para salir de la pobreza basta con el trabajo duro y la vida ordenada.
Parecen descabelladas estas ideas. Lo trágico es que mucha gente ciertamente cree que son verdad.

Artículo anteriorClima, ignorancia, fraude y ciencia
Artículo siguienteNiñez y adolescencia expuesta a riesgos en cárceles