Víctor Ferrigno F.

Jurista, analista político y periodista de opinión desde 1978, en Guatemala, El Salvador y México. Experiencia académica en las universidades Rafael Landívar y San Carlos de Guatemala; Universidad de El Salvador; Universidad Nacional Autónoma de México; Pontificia Universidad Católica del Perú; y Universidad de Utrecht, Países Bajos. Ensayista, traductor y editor. Especialista en Etno-desarrollo, Derecho Indígena y Litigio Estratégico. Experiencia laboral como funcionario de la ONU, consultor de organismos internacionales y nacionales, asesor de Pueblos Indígenas y organizaciones sociales, carpintero y agro-ecólogo. Apasionado por la vida, sobreviviente del conflicto armado, luchador por una Guatemala plurinacional, con justicia, democracia y equidad.

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Víctor Ferrigno F.

Encabezados por estudiantes, el pasado viernes 20 de septiembre, millones de personas en todo el orbe participaron en una huelga mundial por la falta de acciones concretas para frenar el cambio climático (CC). Los organizadores estiman que esta semana realizarán más de 5 mil actos en 156 países, demandando medidas urgentes y puntuales a los líderes mundiales que se reunieron el pasado lunes en la Cumbre del Clima de la ONU en Nueva York, para detener esta catástrofe ambiental.

La huelga ha sido la movilización más notable de la historia para concienciar de la importancia de actuar contra el CC, la cual culminó con una gran manifestación en Nueva York. El objetivo de los llamados Viernes por el futuro (Fridays for future), un movimiento impulsado por la joven activista sueca Greta Thunberg, es promover que los jóvenes de todo el planeta presionen a los gobiernos y a las grandes empresas para que adopten medidas drásticas que frenen el CC provocado por la irracionalidad humana.

En un estudio publicado a finales del año pasado por investigadores de la Universidad de Hawái, con la colaboración de expertos del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, analizaron grandes cantidades de macrodatos que han identificado las 467 formas en las que la salud humana, los alimentos, el agua, la economía, la infraestructura y la seguridad se han visto afectados por múltiples cambios climáticos, entre los que se incluyen calentamiento, sequía, olas de calor, incendios forestales, precipitaciones, inundaciones, tormentas, aumento del nivel del mar y cambios en la cobertura terrestre y en la química oceánica.

Para enfrentar este grave fenómeno, el secretario general de la ONU, António Guterres, convocó a una Cumbre del Clima a aquellos países que tienen planes concretos para cumplir con el Acuerdo de París. Por la huelga mundial, las crisis alimentarias y las migraciones climáticas, el evento generó grandes expectativas y dejó pobres resultados pues, en general, los países casi no asumieron planes nuevos y concretos.

Setenta y siete países reiteraron su compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero neto para el año 2050; 70 países anunciaron que impulsarán sus planes de acción nacionales para 2020 (en el marco del Acuerdo de París); más de 100 ciudades, incluidas muchas de las más grandes del mundo, anunciaron importantes y nuevos pasos concretos para combatir la crisis climática.

Más de 100 líderes empresariales ofrecieron acciones concretas para alinearse con los objetivos del Acuerdo de París y acelerar la transición de la economía gris a la verde, lo cual es relevante, pues 82 megaempresas son responsables de la emisión del 70% de CO2.

Doce países asumieron compromisos financieros con el Fondo Verde para el Clima, el organismo financiero oficial para ayudar a los países en desarrollo en prácticas de adaptación y mitigación para contrarrestar el CC.

Alemania aprobó un plan contra el CC, que prevé dedicar 54 mil millones de euros hasta 2023, para reducir para 2030 un 55% las emisiones de CO2 en comparación con los niveles de 1990. Por su parte, la Federación Rusa anunció que ratificará el Acuerdo de París. EE. UU. no asistió a la cumbre ni se comprometió a nada.

En ese contexto, resultó patética la intervención de Jimmy Morales alardeando de las biobardas para basura y la prohibición de plásticos de un solo uso, para dentro de 2 años.

En nombre de los jóvenes del planeta, Greta Thunberg advirtió a los líderes mundiales: “Si eligen fallarnos, les digo que nunca los perdonaremos; no dejaremos que se salgan con la suya”.

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