Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

La Corporación de Impunidad que en el país se propuso creer e invertir pensando que un futuro con garantías de impunidad era posible, todavía no se ha despertado del “sopapo” que fue que la Corte de Constitucionalidad (CC) reconociera los vicios que han afectado a las Comisiones de Postulación para Corte Suprema de Justicia (CSJ) y Salas de Apelaciones (SdA).

No dude que la Corporación está conformada por gente poderosa y que en esa intención de impunidad han congeniado copetudos, chorreados y hasta las peores mafias, y que darán batalla de alguna manera porque su plan “perfecto” pasaba por la operación paralela de este proceso que les permitiera la plena cooptación de la justicia para su tranquilidad y la de terceros.

Pero mientras terminan de definir qué harán, se han dado a la tarea de esparcir mentiras diciendo que si los nuevos magistrados no toman posesión el 13 de octubre hay un ataque a la institucionalidad y eso es vender el mismo humo que han logrado propagar con el tema ideológico.

Muy mal hace el postulador Félix Serrano, que dio batalla ante las mafias de la Comisión junto con un grupo que no se quiso doblegar, en ahora decir que todo es un tema ideológico porque los vicios son obvios, tan obvios, que él mismo se opuso a lo que mandó el Consejo de la Carrera Judicial. Con sus declaraciones dejó a muchos pensando si su papel en la comisión fue genuino o solo fue para taparle el ojo al macho.

Salen a mentir diciendo que todo lo actuado por las Cortes actuales que irán más allá del 13 de octubre será ilegal y eso también es falso. Ya hay antecedentes de la CC en función del plazo “extendido” de los magistrados actuales y de que sus actuaciones conservan plena validez porque el proceso por medio del cual se les pretendía sustituir tiene serios vicios que tiran todo a la borda.

Yo siempre dije que el solo hecho de oponerse a la CICIG no hacía a alguien un aliado de la corrupción, pero cuando una persona se oponía y no planteaba nada a cambio para enfrentar la realidad y nuestros vicios, sí pensé que ese alguien era un aliado de la impunidad porque oponerse a la CICIG solo para regresar a nuestro desastroso pasado de impunidad era inconcebible.

Y ahora, quien se opone a la resolución de la CC para intentar que el proceso siga con los vicios y además no reconoce las ilegalidades (que el mismo Consejo de la Carrera Judicial reconoce al aceptar que no hay reglamento) es, una vez más, un aliado de la impunidad y de esos mafiosos (de izquierda o derecha) que debemos aislar.

Resolver el tema de la justicia y fortalecer el Estado de Derecho es algo que incide directamente en los temas económicos, políticos y sociales del país. El nivel de desesperación y descomposición social ha llegado a tal nivel, que a muchos no les ha importado convivir con las peores lacras en esa Corporación de Impunidad y solo así se entiende que defiendan un proceso de elección de magistrados en el que operaban hasta para detener las extradiciones.

En Guatemala sigue habiendo mucho hipócrita que dice que no mete las manos en la justicia y para muestra, nuestro Gobierno que se llevó a Dina Ochoa a Washington (a la que le están cobrando haber votado a favor de parar la elección de magistrados) y copetudos que quieren seguir jalando los hilos sin ensuciarse las manos, pero cada vez engañan menos a la gente.

Se debe cumplir con la evaluación de jueces y magistrados (más la elección de magistrados de sala para la comisión de CSJ) y que no le mientan porque eso no es ni atentar contra la impunidad, ni ilegal ni nada que se parezca.

Este proceso está terminando de desnudar a las mafias y no les está gustando quedar en evidencia.

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