Fernando Mollinedo C.
Estudiar Historia, conlleva el objetivo de conocer el pasado, interpretarlo y asumir las consecuencias de esos actos y hechos en nuestro presente, contarlo, decirlo y escribirlo de acuerdo con las fuentes de información de donde obtenemos tales conocimientos PARA TRATAR DE NO COMETER ERRORES SUCEDIDOS.
En Guatemala, tuvimos que esperar muchos años para que la Universidad de San Carlos formara profesionales dedicados a una disciplina científica que, hasta hoy, sigue siendo incomprendida porque no da mucho pisto y, además, a guisa popular ¿a quién le interesa el pasado?
La creación de algunas universidades privadas incluyó la carrera de Historia, dándole una orientación científica de acuerdo con su ideología, principios éticos, políticos, religiosos y económicos, lo que enriqueció la Historia de Guatemala con obras producidas por científicos sociales nacionales quienes exponen diferentes criterios que tienen razón y/o credibilidad según la formación cultural de sus lectores, analistas y lectores.
Autores guatemaltecos (abogados, médicos, militares y religiosos) proporcionaron sus puntos de vista en relación con la independencia de Guatemala, describieron las razones de lo ocurrido en el período previo y post del 15 de septiembre de 1821, cuando se fijó el inicio de la GUATEMALA INDEPENDIENTE.
Los guatemaltecos se enteraron de su Historia por medio de conferencias y estudios de profesionales extranjeros que se dedicaron a estudiar ese pasado desconocido para nosotros, por ello, en esta época de celebración patria, me permito hacer un reconocimiento y agradecimiento público a estos personajes que nos instruyeron acerca de nuestros ancestros, costumbres y cosmovisión.
Algunos de ellos fueron Christopher Lutz, Silvanus G. Morley, David Freidel, Linda Schele, Joy Parker, Víctor W. Von Hagen, Robert J. Sharer, Heinrich Berlin, Jacobo Haefkens, Yuri Kronozov, Tomás Gage y otros de diferentes nacionalidades enamorados de la cultura nacional.
En cualquier sociedad, la historia de su evolución humana tiene base mitológica y después el logos, o sea su estudio para encontrar respuestas, conocer quiénes somos y de dónde venimos, en esa parte los científicos sociales guatemaltecos han aportado luces con su trabajo de investigación científica en etnografía, arqueología, historiografía, etnología, paleografía y muchas otras disciplinas que nos dan la oportunidad de conocer el desarrollo social en conjunto.
La identidad de los pueblos descansa sobre mitos. Por eso el concepto tiene un carácter peyorativo. Ordinariamente se entiende como una idea que no corresponde a la realidad, entonces, en la independencia de Guatemala, ¿puede considerarse próceres a los señores que firmaron un acta de independencia con respecto de España?
No podemos omitir que los pueblos siempre han buscado su libertad, pero el movimiento político que encabezaron los próceres tuvo otras pretensiones; fue un movimiento político que pasó a ser de los ricos de esa época, que supuestamente concluyó el 1 de julio de 1823, pero la verdad: simplemente no lo hemos concluido. ¿Será un mito que somos libres e independientes?