Francisco Cáceres Barrios
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Cuando escucho los discursos del presidente Morales me hace recordarle a sus asesores, si es que los tiene, que lo ilustren acerca de que fue electo Presidente de la República de Guatemala y no rey, que no puede tomar todas las decisiones sin consultarle a nadie, como que a muchos reyes también se les limita su poder, teniendo que llevar los asuntos de trascendental importancia al Parlamento para que le sean aprobados y así cobrar vigencia. En Guatemala, nuestra Constitución es clarísima, pues el Congreso dentro de sus atribuciones tiene que aprobar o improbar los convenios internacionales que afectan las leyes vigentes, el dominio de la Nación, como aquello que obligue financieramente al Estado en montos superiores al uno por ciento del Presupuesto ordinario.
Por otra parte, también hay que recordarle que él se debe al pueblo, en donde radica la soberanía, por lo que todos los actos de su administración son públicos, para así poder enterarnos todos del convenio (como de los anexos que incluya) que un Ministro le fue a firmar al presidente Trump de los Estados Unidos, presionado por sus amenazas, las que algunas lograron trascender a los medios de comunicación social de aquél país. En pocas palabras, en todo este gran lío armado por el Presidente norteamericano provocado por su promesa electoral incumplida y los errores de don Jimmy, no puede ni debe tratarse como secreto o asunto confidencial, al contrario, por mandato legal, no puede eliminar antojadizamente el derecho que la población tiene de estar debidamente informada de lo que pueda acontecerle.
Alguien tendrá que informarle a don Jimmy Morales que el presidente norteamericano Trump también tiene sus limitaciones, pues resultaría inconcebible que veintidós Fiscales Generales de distintos estados de la unión americana anden cortando varas al calificar el convenio con nuestro país de ser abiertamente discriminatorio en cuanto a raza, etnia y origen de nuestros migrantes, lo que viola la quinta enmienda constitucional de su país.
Vale la pena dejar muy claro que hasta el momento de terminar de escribir este comentario, la población guatemalteca todavía solo conoce el texto del convenio o acuerdo conocido como el del Tercer País Seguro, difundido por el Gobierno guatemalteco el que por cierto, ni es claro y sí muy confuso en cuanto a sus alcances, beneficios o ventajas que pudiera tener el mismo. Y si lo anterior resulta ser un asunto muy grave, ¿qué consideraciones podrán estar haciendo los magistrados de la Corte de Constitucionalidad para poder resolver el recurso de revocatoria pendiente, al no haber recibido a estas alturas la información solicitada al Gobierno?
Mientras tanto, el presidente Morales debiera estarse preguntando: ¿en qué situación están los países aledaños a la Frontera Sur norteamericana? Las noticias internacionales hablan que Honduras, El Salvador y no digamos México están en mucho mejores condiciones, lo que indica que algo más tiene Trump contra Guatemala o contra él mismo, para estar actuando contra el país tan drástica y agresivamente.