Edgar Villanueva
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A la luz de la coyuntura actual tuve oportunidad de repasar un ensayo titulado “Promoviendo el Interés Nacional”, el cual fue escrito para la revista Foreign Affairs por la ex Secretaria de Estado de los Estados Unidos de América, Condoleezza Rice. El ensayo fue escrito por Rice en el año 2000, cuando el expresidente George H.W. Bush peleaba por la Presidencia estadounidense contra el candidato demócrata Al Gore, tras ocho años de Presidencia de Bill Clinton.
En el documento identificado con anterioridad, Condoleeza Rice describe cuáles deberían de ser los cinco temas principales sobre los cuales debiera girar la política exterior de los Estados Unidos y analiza las razones por las cuales las potencias mundiales no pueden estar “callados” o aislados del concierto internacional. Asimismo, hace una serie de consideraciones sobre qué es, qué implica y para qué se debe de usar ese concierto al que usualmente llamamos “comunidad internacional”. Rice termina indicando que la política exterior (en ese caso, de una potencial administración republicana) debería de ser internacionalista (es decir, tomar en cuenta el concierto internacional), “pero también debe de proceder de un firme interés nacional y no de los intereses de una ilusoria comunidad internacional”. El ensayo es magistral a la luz de lo que sucedía en el 2000 y presenta claramente cómo se dirigiría la política exterior estadounidense durante el período de Gobierno de Bush 43 y cuáles serían las prioridades de su Gobierno.
Quisiera resaltar algunos elementos del ensayo, sobre todo el tema del interés nacional, algo que he abordado con anterioridad, y el cual considero fundamental para poder avanzar la agenda de desarrollo de nuestro país. Asimismo, poner en la mesa de discusión, otros dos elementos que aborda Rice en su ensayo; el primero, que el interés nacional no es necesariamente el interés humanitario manifestado en el concierto de la comunidad internacional; y, segundo que esto no implica que se debe de proceder de manera aislacionista.
Las dos últimas aseveraciones parecerían ser contradictorias, sin embargo, Rice expresa que ese ángulo de contradicción solamente es útil para las discusiones intelectuales y sugiere un ángulo más pragmático con el objetivo de promover y proteger los intereses nacionales.
Considero los largos meses de transición electoral, nos traen una oportunidad única de realizar un trabajo serio para determinar dónde están nuestros intereses nacionales. Una vez identificados, establecer que es necesario para avanzarlos y protegerlos y posteriormente asignar a las instituciones que estarán a cargo de las acciones tendientes a promoverlos.
Generar objetivos a partir de intereses nacionales genuinos es un paso estratégico para el siguiente Gobierno, pues le provee claridad y transparencia a su accionar y le evita entrar en el vortex de la crisis, el cual venimos experimentando en Guatemala desde hace algunos años. Adicionalmente le permite trabajar y planear a largo plazo y poder asignar recursos en donde rinden mayores frutos sin que el clientelismo reinante tenga muchos argumentos en su contra. Como diría sabiamente mi padre: ¿quién con una luz se pierde?