Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Siempre he sostenido que el cambio en Guatemala es un tema económico, pero los patrones del mal lograron convertirlo en un tema ideológico y con eso pudieron neutralizar el debate profundo porque en lugar de llegar al fondo del problema, todo se queda por las ramas de la superficialidad.

Los que nada deben y nada temen entienden que mientras en el país existan algunos que jueguen bajo un conjunto de reglas distinto, nunca puede haber una verdadera y sana competencia porque el que se resiste a operar fuera del marco de la ley va con desventaja ante aquellos que están dispuestos a todo, incluso a corporativizar la corrupción y a estructurarla de una manera “compleja”. El caso develado ayer es un buen ejemplo.

Es fundamental saber qué planes tiene Consuelo Porras porque lo que informó en torno a la FECI es muy escueto y dice que hasta finales de agosto hará los anuncios, lo que no deja de levantar sospechas teniendo en cuenta que CICIG termina el 3 de septiembre. Si el anuncio de qué pasará con esas 60 personas del ente internacional se hará en los últimos días del mes, debemos estar muy atentos durante todo agosto para evitar las sorpresas al final.

Fortalecer la FECI permitirá que la continuidad de los procesos sea la óptima y que seguiremos teniendo casos con niveles de profundidad y profesionalización adecuados y eso hará que en algún momento la gente se la siga pensando dos o tres veces a la hora de querer actuar de manera ilegal.

Hace unas semanas escribí una columna en la que decía que el precio a pagar por los que hacen las cosas bien es muy alto, y lo hice pensando en parte en todos aquellos que con esfuerzo y dedicación se han decidido enfrentar a los mañosos y sus modus operandi y no puede ser que en lugar de premio y fortaleza reciban castigo e incertidumbre que los termine dejando en debilidad.

Un país que tenga amplia capacidad de investigación y la voluntad de enfrentar los vicios, se convierte en un mercado más atractivo para capitales serios que pueden saber que si “alguien quiere hacer de chivos los tamales”, hay quienes están dispuestos a escuchar e investigar, así como hay (los menos lastimosamente) jueces enteros que con mucho patriotismo, valor y legalidad, se enfrentan a las fuerzas del mal.

El pirata necesita investigadores blandengues, que filtren todo y que sean un valladar de la impunidad porque así tiene la certeza que sus fechorías tendrán un precio el que, una vez cubierto, entierra cualquier amenaza y aplaza cualquier cita con la justicia.

La FECI es el campo penal pero fortalecer la justicia para incentivar la economía es fundamental porque hay vicios y problemas en el campo civil, mercantil, laboral, contencioso administrativo, económico coactivo y un enorme etcétera que están íntimamente relacionados con el desarrollo humano y el de los negocios en el país.

Consuelo Porras debe acelerar las decisiones en torno a la FECI y no postergar más. Ella y todos sabemos que el presidente Jimmy Morales la nombró en el marco de sus esfuerzos por lograr impunidad colectiva para él y los suyos y por eso no puede seguir esperando más. Es más, el fiscal Curruchiche de Delitos Electorales sigue atrasando actuaciones procesales que podrían perjudicar a Morales, lo que deja a Porras en serio entredicho y es momento de aplicar el “obras y no palabras” del ex alcalde capitalino.

Combatir la impunidad y la corrupción no es un tema ideológico, es una necesidad en el plano económico y algo necesario si de verdad queremos ser un mercado atractivo y competitivo.

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