Jorge Morales Toj

Maya K’iche’, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario, con estudios de Maestría y Doctorado en Derecho Constitucional. Pacifista y Defensor de los Derechos Humanos.

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Jorge Morales Toj
jorgemoralestoj@gmail.com

¿Puede Guatemala ser un Tercer País Seguro? ¿Qué implicaciones tiene para los ciudadanos y habitantes guatemaltecos, la intención de someternos a intereses extranjeros?

Pretender que Guatemala sea un Tercer País Seguro implica que Estados Unidos podrá enviar a cualquier persona que solicita su asilo en aquel país a Guatemala y nuestro país deberá darles una atención especial a los que soliciten ese asilo, en condiciones parecidas a las que les dan en Estados Unidos a los miles de migrantes. El tiempo de duración de los migrantes que nos envíen a nuestro país es casi indefinido; hasta que resuelvan su petición. Nuestro país será casi un campo de concentración de migrantes que nos remita el Gobierno de los Estados Unidos.

En términos humanitarios, Guatemala no tiene la capacidad de recibir a miles de migrantes que nos envíe el gobierno norteamericano, no tiene la capacidad de brindarles empleo, salud, seguridad, alimentación, alojamiento a los migrantes de cualquier parte del mundo que estén en espera que le resuelvan su petición de asilo en Estados Unidos.

Otro elemento es que los migrantes podrían solicitar refugio en Guatemala y nuestro país, en cumplimiento de la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados suscrito en Suiza al finalizar la Segunda Guerra Mundial en 1951 y ratificada por Guatemala en 1983, deberá tramitarlas. Y si denegaran la petición de refugio, los solicitantes podrían acudir a los tribunales y eso sería un colapso total de nuestro frágil sistema de justicia. Veamos lo que dice la Convención en su Artículo 16. — Acceso a los tribunales. 1. En el territorio de los Estados Contratantes, todo refugiado tendrá libre acceso a los tribunales de justicia.

El Estado de Guatemala ha sido incapaz de cumplir el deber constitucional de brindarle a todos los habitantes de la república, paz, justicia y seguridad. Imagínense ustedes pretender darle los miles de migrantes que nos remita el Gobierno de Estados Unidos garantías que la mayoría de guatemaltecos no tenemos. Le pondré un ejemplo personal.

Recientemente, en mi viaje a mi natal departamento de Quiché, se subieron al bus 4 sujetos desconocidos y con lujo de fuerza nos asaltaron impunemente en la ruta que conduce del Trébol a Mixco. La impotencia y el miedo se apoderó de todos los pasajeros, solo un joven de mediana estatura, que iba a mi lado, se atrevió a decir: “yo no les temo, al único que le temo es a Dios. Si me quieren matar, mátenme…”.

Yo le decía al joven que iba a mi lado, “amigo cállese, por su culpa nos van a matar…”, el joven pasajero me dijo: “todos nos tenemos que morir y solo Dios nos puede salvar…”. Ese día, en medio de la angustia y la impotencia seguimos nuestra ruta y llegamos a nuestro destino. En toda la ruta, fuimos conversando con la persona que iba de mi lado en el bus y coincidimos que en un país tan pequeño como el nuestro, la vida no vale nada, por un teléfono celular, por una billetera o por un auricular, pueden matar a cualquier guatemalteco.

Con todo el conocimiento y experiencias vividas, afirmo que Guatemala es un país inseguro y no puede ni debe someterse a intereses extranjeros en detrimento de los intereses nacionales.

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