Cartas del Lector

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Marco Trejo

Los índices de desarrollo humano que ostentamos nos demuestran que Guatemala no puede con los nuestros, menos vamos a poder con los de otros países, tenemos un 49 por ciento de analfabetas, un alta tasa de desempleo, tres niños muertos diariamente por desnutrición y en fin un montón de cifras negativas que nos ha dejado, por más de 32 años, la vieja política, que nos ha defraudado por donde se quiera ver.

Con todos estos datos negativos, que nos ponen como uno de los países más pobres en Latinoamérica, se hace irrisorio que el presidente Jimmy Morales, esté pensando en convertirnos en un “Tercer País Seguro”, un acuerdo que nos convertiría en un centro de concentración para miles de personas que quieren encontrar el sueño americano.

La denominación de “Tercer País Seguro” surgió en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados que se firmó en Ginebra, Suiza, en 1951, que determina que una persona que huye de su país de origen, para solicitar asilo en otro, que puede negarse a recibirlo, también puede enviarlo a otro país que puede ofrecerle las mismas condiciones de vida del segundo.

Pero si el mandatario Morales, en su viaje que tiene programado para esta próxima semana a los Estados Unidos, podría firmar un acuerdo con la administración de Donald Trump, para albergar a los migrantes que no quiera recibir el país del norte. Entonces surge la duda de que sí tenemos la capacidad, para ofrecer las mismas condiciones de vida que, la tierra del Tío Sam, les podría brindar.

De dónde va salir el dinero para albergar a los migrantes, para poderles dar una estancia digna y segura, cuyas solicitudes podrían tardar en ser aprobadas de uno a cuatro años, tiempo en el cual tendrían que permanecer en territorio guatemalteco, cuyo gobierno debe ofrecer un techo, comida y servicios esenciales que no podemos proveer a los nuestros, menos a los de otros países.

Lo más preocupante de todo esto, es que si el presidente Jimmy Morales, llega a firmar este acuerdo, le estará heredando un problema de grandes quilates al próximo Gobierno, que tendrá que asumir, las arrebatadas decisiones, de un mandatario que está a menos de seis meses de entregar la presidencia.

Para finales del 2018 los Estados Unidos habían reportado que en su territorio había más de 44 millones de inmigrantes, lo cual duplica la cantidad de ciudadanos guatemaltecos, por lo que no sabemos si el gobernante está pagando una factura o bien es otro de los “berrinches” que nos tiene acostumbrados Jimmy Morales, quien durante los últimos tres años y medio se ha caracterizado por no tener tres dedos de frente para asumir los retos que no permita ser una sociedad en vías de desarrollo, no todo lo contrario.

Mientras tanto esto sucede en Guatemala, México se ha negado a ser un “Tercer País Seguro”, pero en contraposición el mandatario chapín se pone de alfombra de los Estados Unidos, que se está quitando una braza de encima, porque ha tenido que asumir demandas por la muerte de niños migrantes que no han aguantado semanas o talvez meses de una travesía, no por decisión propia, sino que de sus padres que buscan un mejor futuro para sus familiares.

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