Edith González
Esta semana vi cómo un motorista que transitaba a alta velocidad, se colisionó con otro motorista que estaba detenido en el tráfico. Increíble verdad. Yo misma pensé que si no lo hubiera visto, quizás me sería muy difícil de creerlo. Por supuesto el motorista se elevó unos dos metros por encima de su motocicleta y luego cayó al pavimento.
Sucesos como estos ocurren todos los días. Se ha llegado a contabilizar hasta 14 accidentes de motocicletas en un día, incluso con saldos trágicos, amputaciones y peor aún de muerte.
La sobrepoblación produce que los autobuses transiten muy llenos dando lugar a asaltos, robos y abusos personales. Independientemente del tiempo se utiliza para esperar el autobús y el que este tarda en llegar hasta su destino.
De unos cinco años a la fecha la venta de motocicletas ha aumentado. Hace unos años se adquirían en las agencias de vehículos. En la actualidad las motocicletas se pueden comprar en los supermercados. Y pueden pagarse por abonos, visa cuotas y muchas otras facilidades.
Junto a las motocicletas se puede encontrar una enorme variedad de equipo, guantes, casco, rodilleras, pantalones, chalecos y hasta cobertores para la moto, que evitan que el asiento se caliente mucho si se deja al sol o los que evitan que les entre el agua, por si llegara a llover.
He visto que venden incluso aparatos para que la moto no se dañe si llegara a caerse, supongo que ante un accidente.
Estas circunstancias y las facilidades de compra y de manejo han llevado a muchas personas a adquirir una motocicleta, en la que además de transportarse ellas llevan a su pareja o compañeros de trabajo.
He visto cómo una mujer viajaba de pasajera deteniendo con cada brazo a un bebe. ¿De dónde se detenía ella no lo sé? También he visto a un motorista llevando a dos niños y un perro de pasajeros.
Pero lo que me ha causado más conmoción es ver a un motorista llevando a una mujer adulta y cuatro pequeños niños, además de las mochilas. O sea convirtió la motocicleta, vehículo para uso máximo de dos personas en un vehículo familiar. Arriesgando su vida y la de su familia además de la otras personas a su alrededor.
Y como estoy segura, no pensarán que exagero, porque han visto lo que narro o algo similar. Sin embargo también me pregunto: ¿Tienen un correcto entrenamiento para el manejo de la motocicleta? Porque igualmente hemos visto a un joven caerse de la que manejaba sin que nada ni nadie interviniera.
¿Portan un permiso para conducir? Y fue obtenido de manera legal y correcta. Y lo más importante, están los conductores de motocicletas conscientes que manejan un vehículo. Porque después de verlos pasarse los semáforos en rojo, saltarse por los arriates centrales, conducir contra la vía, manejar a altas velocidades, meterse en espacios reducidos e incluso delante de los policías de tránsito. Me pregunto:
¿En dónde pueden los motoristas comprar sentido común para obedecer el reglamento de tránsito y evitar accidentes?