Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

Esta semana vi cómo un motorista que transitaba a alta velocidad, se colisionó con otro motorista que estaba detenido en el tráfico. Increíble verdad. Yo misma pensé  que si  no lo hubiera visto, quizás me sería muy difícil de creerlo. Por supuesto  el motorista se elevó unos dos metros por encima de su motocicleta y luego cayó al pavimento.

Sucesos como estos ocurren  todos los días. Se ha llegado a contabilizar hasta 14 accidentes de motocicletas en un día, incluso con saldos trágicos, amputaciones  y peor aún de muerte.

La sobrepoblación  produce que los autobuses  transiten muy llenos dando lugar a  asaltos, robos y abusos personales. Independientemente del tiempo  se utiliza para esperar el autobús y el que este tarda en llegar hasta su destino.

De unos  cinco años a la fecha la venta de motocicletas  ha aumentado.  Hace unos años se adquirían  en las agencias de vehículos.  En la actualidad  las motocicletas se pueden comprar en  los  supermercados.  Y  pueden pagarse por abonos, visa cuotas  y muchas otras facilidades.

Junto a las motocicletas se puede encontrar una enorme variedad de equipo, guantes, casco, rodilleras,  pantalones, chalecos y hasta cobertores para la moto, que evitan que el asiento se caliente mucho si se deja al sol o los que evitan que les entre el agua, por  si  llegara a llover.

He visto que venden incluso aparatos para que la moto no se dañe si llegara a caerse, supongo que ante un accidente.

Estas circunstancias  y las facilidades de compra y de manejo  han llevado a muchas personas  a adquirir una motocicleta, en la que además de transportarse ellas  llevan a su pareja o compañeros de trabajo.

He visto cómo una mujer viajaba de pasajera deteniendo  con cada brazo a un bebe.  ¿De dónde se  detenía ella no lo sé? También he visto a un motorista llevando a dos niños  y un perro de pasajeros.

Pero lo que me ha causado más conmoción es ver a un motorista llevando a una mujer adulta y cuatro pequeños niños, además de las mochilas.  O sea convirtió la motocicleta, vehículo para uso máximo de dos personas en  un vehículo familiar. Arriesgando su vida y la de su familia además de la otras personas a su alrededor.

Y como estoy segura, no pensarán que exagero, porque  han visto lo que narro  o algo similar. Sin embargo también me pregunto: ¿Tienen  un correcto entrenamiento para el manejo de la motocicleta?  Porque igualmente hemos visto a un joven caerse de la  que manejaba sin que nada ni nadie interviniera.

¿Portan un  permiso para conducir? Y fue obtenido de manera legal y correcta. Y lo más importante, están los conductores de motocicletas conscientes que manejan un vehículo. Porque  después de verlos pasarse los semáforos en rojo, saltarse por los arriates centrales,  conducir contra la vía, manejar a altas velocidades, meterse en espacios reducidos e incluso  delante de los policías  de tránsito.  Me pregunto:

¿En dónde pueden los motoristas comprar sentido común para obedecer el reglamento de tránsito  y evitar accidentes?

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