Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.com.gt
@ppmp82
Esa famosa gallina con loroco que Jimmy Morales fue a degustar con quien días después se entregó o lo capturaron acusado de narcotráfico, está teniendo una repetición más fuerte que el rábano para los miembros de este desgobierno que tenemos en Guatemala.
El Presidente, en un acto poco usual, fue de compras a Argentina para gastar alrededor de Q210 millones por unos aviones que los argentinos en 35 años no habían logrado vender a ningún tercero por no decir, a ningún maje. Sabiendo que meses atrás, Morales nombró a Roberto Arzú para buscarle negocios, lo primero que pensé es que por ahí venía la tajada, pero hasta el ex candidato presidencial criticó la compra.
La mejor forma en la que un país puede combatir el narcotráfico es no coquetear con él y mejor aún, abstenerse de usar bienes o ir a almuerzos en donde el que le sirve a los comensales ya ofreció los puertos, aeropuertos y el apoyo de la fuerza pública para el trasiego de droga. Menos mal les preocupaba esa paja de la soberanía. Han querido negar de mil y una maneras pero los vasos comunicantes entre Morales y la UCN eran y siguen siendo sólidos.
Pongamos las cosas en contexto. Morales tuvo el apoyo de Washington para debilitar la lucha contra la corrupción porque él era parte de la corrupción del país y con los puntos que había hecho, sintió que todo se le toleraba pero en eso, zaz que llega el almuerzo en el que participó un rubio que nadie sabe quién era y el mal de camioneta se aceleró en el Gobierno.
Tras eso, se olvidaron de la “soberanía” y primero ofrecen vía el embajador Manuel Espina, la frontera a las tropas militares. Segundo, ofrecen el ingreso de agentes federales de Homeland Security y por último, ofrecen a Estados Unidos ser un Tercer País Seguro. Como han sido descubiertos en todo por la prensa local y la internacional, salieron con la “paja” que no ofrecieron ser un Tercer País Seguro sino solo coadyuvar en el tema de la migración.
Entonces si eso fuera cierto (que solo ofrecieron coadyuvar), podemos decir que la ausencia del Estado provoca la falta de oportunidades, mismas que al ser escasas ocasionan migración masiva y el debilitamiento del Estado se da en parte, por la penetración del narcotráfico. Una cosa va amarrada de la otra y pudo ser fácil para el Gobierno decirle a Estados Unidos que como la población en su territorio forman una gran masa de consumo del mercado de las drogas, que ellos debían poner/donar un par de aviones para ser operados por el Ejército local.
Pero no, como todo esto es una pantomima para que los americanos no crean que Morales le coquetea al narco, van a hacer la payasada a Argentina, a lo que habría que agregar que si se sigue la ruta del dinero, quizá no todo llegue o se quede en las arcas correctas porque este negocio huele tan mal como el agua mágica de Roxana Baldetti.
Si Morales desea que Guatemala cambie de ruta y no siga directo al narcoestado, no es con aviones que en 35 años no se vendían a extranjeros, sino que se enmienda la plana con acciones que marquen una distancia clara y que no haga que nadie que se confunda pensando que el Estado de Guatemala con diversas instituciones y bajo este Gobierno, es un facilitador del trasiego de drogas en el país.
Son tan burdos que al pobre Vicepresidente (que por cierto ya no vive en La Cañada para dejar de levantar olas y volver a la realidad) no le avisan que los argentinos anunciarán la compra y se echa una mentirota como que la renta de la mansión en La Cañada era barata porque el buen samaritano era su amigo. Cuando uno tiene fantasmas que lo persiguen, dejar el poder provoca muchas cosas, entre ellas, mentir descaradamente.
Lo mismo hizo el Vocero del Ejército, quien se aclaró a sí mismo y luego, evidenció que no mienten ellos o el Ministerio de Finanzas, pero al fin y al cabo, este es un Gobierno de mentirosos que han hecho lo necesario para buscar una Franca, Certera y Normal (FCN) Impunidad en nuestra Nación.