Jorge Morales Toj
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En las últimas semanas, de nuevo está en el ámbito nacional e internacional el drama de nuestros niños migrantes. La incapacidad del Estado de brindarle salud y educación a millares de niños y someterlos a la extrema pobreza es la razón principal de la migración hacia los Estados Unidos.

Recientemente, Valeria de 23 meses de edad, niña salvadoreña junto a su padre Oscar Martínez murieron ahogados al intentar cruzar el rio Bravo, iban en búsqueda de su sueño de progreso y en búsqueda de mejores condiciones de vida. La imagen se hizo viral en redes sociales y de nuevo la niñez migrante de Centroamérica está en la escena internacional.

La fotografía de Martínez con su hija Valeria debajo de la playera de su padre. El diminuto brazo de Valeria alrededor del cuello de su padre, nos ilustra que la niña confió en su padre hasta el último minuto y hasta el último aliento, sin embargo, las corrientes del Río Bravo no les permitió sobrevivir y ambos aparecieron ahogados y sin vida bocabajo a las orillas del río.

No hay palabras que describan la indignación mundial de miles de internautas en redes sociales. Sin embargo, pareciera ser que a los gobiernos centroamericanos no les importa la vida de sus conciudadanos y la opinión de la comunidad internacional y están empecinados en seguir sus propias agendas, en detrimento de nuestros connacionales.

Las imágenes de Jakelin Caal y de Felipe Gómez niños guatemaltecos migrantes fallecidos en Estados Unidos en condiciones aún no esclarecidas plenamente, siguen siendo el rostro de un Estado fallido, que es incapaz de atender a su niñez. No hay palabras que justifiquen la falta de compromiso del Estado guatemalteco con nuestra niñez migrante.

Según algunas cifras de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, en los últimos tres años y medio, aproximadamente 76,000 menores no acompañados han cruzado la frontera, asimismo, más de 212,903 familias han ingresado de forma irregular a territorio estadounidense. Otros datos del Instituto Guatemalteco de Migración nos dicen que más de 28 mil connacionales han sido deportados de enero a junio de 2019.

Mientras las condiciones de pobreza y extrema pobreza se sigan profundizando, el flujo de migrantes seguirá creciendo y no habrá Ejército o muro que lo detenga. La única forma de evitar que continúe la migración es brindándole oportunidades y mejores condiciones de vida a la población más excluida, especialmente del área rural.

En medio del contexto electoral de segunda vuelta, cabe preguntarle a la Señora Sandra Torres presidenciable la UNE y al Señor Alejandro Giammattei presidenciable de VAMOS ¿qué políticas y qué acciones concretas implementarán para atender el drama de nuestros niños migrantes? ¿Qué postura van a asumir en materia de política exterior frente a los graves abusos de la patrulla fronteriza de los Estados Unidos contra nuestros hermanos migrantes?

Con todo respeto señora Sandra Torres y señor Giammattei les pido que nos digan: ¿qué, cómo, con qué recursos atenderán el drama de nuestros niños migrantes? No queremos falsas promesas, queremos propuestas concretas y viables.

Jorge Morales Toj

Maya K’iche’, Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales, Abogado y Notario, con estudios de Maestría y Doctorado en Derecho Constitucional. Pacifista y Defensor de los Derechos Humanos.

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